Según los libros orientales hay cuatro medios para acceder al Sendero:
1.-Sat-sang.- la compañía de otros que ya entraron en el Sendero. La influencia ejercida por uno que ya se encuentre en el Sendero de ninguna manera se limita a la enseñanza que da. Es la influencia de la vida, Son las influencias de las vibraciones que irradian de él, lo que es tan poderoso, y la circunstancia principal es que el discípulo esté con el maestro. En la India cuando el instructor es un filósofo peripatético, (como tantos la son) si él va de un lugar a otro, su grupo de seguidores o discípulos lo acompañan así como los discípulos de Jesús viajaban con él por Palestina, y esto es algo estrictamente científico. El aura del instructor (generalmente sus vehículos superiores) está pulsando a un tipo superior de vibración, algo superior al de las auras de sus discípulos. Por consiguiente, su sola proximidad actúa sobre los vehículos de otros y los ayuda a vibrar a un tipo similar al suyo propio. y así, viviendo constantemente en el aura de un hombre menos mundano, los discípulos llegan de esa manera a ser menos mundanos. Siendo enteramente continua la presión de la alta vibración, los discípulos, ya fuere en estado de vigilia o de sueño, se hallan en íntimo contacto con ella y están absorbiéndola con el consiguiente cambio en su carácter. Sabemos que es ley de física que la vibración más fuerte domine a la más débil, y el caso es igual en los planos superiores. Por eso se ha reconocido siempre que la presencia actual del instructor cuenta enormemente más que las palabras que pudiera decir y ayuda rápidamente al discípulo a modificar su carácter, lo cual es ordinariamente un asunto lento y tedioso; sin embargo, indispensable para uno que deseare entrar en el Sendero.
2.-Shrávana.- Escuchar o leer alguna enseñanza definida acerca de la filosofía oculta. Puede acaecer que un hombre escuche o lea una enseñanza de esta clase que suscite sus intuiciones, y entonces él naturalmente tratará de satisfacer su deseo de saber algo más sobre el particular. Esto es un resultado de karma previo, esto es, de karma creado en una vida anterior en la cual ya se había puesto en contacto con la verdad y se reconoce como verdadera. Habrá cientos y miles que pueden oír o leer la misma enseñanza y sin embargo no recibir ningún impulso por ello, lo cual sencillamente significa que éstos se encuentran en una etapa en la cual todo es ajeno a ellos y por consiguiente no se les despierta la respuesta suscitada en quienes ya han tenido el buen karma de haberla comprendido antes por lo cual se hallan capacitados para ver en la enseñanza aquello que han traído consigo el poder de mirar.
3.-Manana.- Reflexión iluminada. Por la pura fuerza de un hondo pensar y un lógico razonar, puede un hombre llegar a la verdad y resolver el enigma de la vida. Puede llegar a comprender que debe existir un Plan de Evolución, que deben existir Quienes conozcan todo acerca de él, o sean, los Hombres evolucionados y perfectos, y que debe haber un Sendero por el cual se podrá llegar hasta Ellos. Y por supuesto, el hombre que llega a esta decisión se pone en busca del Sendero y encuentra su camino hacia los Grandes Seres. Los que van por este Sendero son probablemente pocos, pero tal cosa es posible.
4.-Nididhyásana.- Práctica de la virtud mediante la «meditación». Debe recordarse que, aunque la práctica de la virtud lleve al comienzo del Sendero, de ninguna manera es el fin del mismo como podría creerlo el cristiano ordinario. En los primeros días del Cristianismo, la Purificación (o sea la «Santidad» que es lo que persiguen como su meta) era solamente el primer paso. Las primitivas enseñanzas cristianas sostenían ciertamente que era deber del hombre llegar a ser santo; pero al mismo tiempo agregaban que esto era la primera etapa solamente, y San Clemente de Alejandría, que en muchos respectos fue el más grande de los primeros Padres de la Iglesia, habla algo despectivamente de aquella etapa: «Porque la pureza es sólo un estado negativo, y es valiosa, principalmente, como una condición de íntima perspicacia».- La ventaja principal de ser puro es que un hombre, a menos de serlo, no puede ver claramente. La cosa en sí es, pues, meramente negativa. Ser bueno es en sí solamente una condición necesaria para progreso ulterior. Un hombre debe llegar a ser santo, pero, después de serlo, ha de principiar a alcanzar la segunda etapa o sea la de Iluminación. He aquí lo que San Pedro significaba al decir a sus discípulos. » Agregad a vuestra fe el conocimiento». Tan sólo a quienes habían ganado plenamente aquella iluminación mediante ardua labor, se les permitía pasar a la tercera etapa de Iniciación. San Pablo dijo: «Hablamos de sabiduría entre aquellos que son perfectos» y la palabra «perfecto» implica aquí cierto nivel de progreso oculto. En toda Escuela Oculta hay cosas que solamente pueden ser trasmitidas a quienes pertenecen a grados superiores y otras que solamente pueden revelarse a quienes son discípulos del Maestro. y así, en el primitivo Cristianismo se usaban estos tres términos: Purificación, Iluminación y Perfección.