Las Razas-raíces son gigantescas divisiones de la humanidad, como la Lemuriana, la Atlante y la Aria; en tanto que las subrazas son divisiones de éstas, integradas, empero, por muchas, generaciones de humanos. A su vez, las subrazas se dividen en Naciones, y en 1o que llamamos razas ramales. En la historia de un planeta hay ciclos recurrentes o sucesiones de eventos, (sombras, en nuestros bajos mundos, de sucesos en planos elevados), los cuales se siguen en orden definido, manifestando principios más bien que detalles; y que se repiten en el curso de la historia en escalas mayores o menores. Cada ciclo recurrente implica la formación y evolución de un nuevo tipo humano, personificando como sus características dominantes, una de las siete etapas de conciencia de nuestra humanidad: la, 2ª y 3ª, la Vitalidad, que se personifica en la materia etérea y densa, las etapas triple embriónicas y de nacimiento; 4ª, lo pasional (Kámico) elevándose hacia lo emocional; 5ª, lo mental (Manásico); 6ª, lo puramente racional (Búdhico); 7ª, lo espiritual (Átmico). La personificación de cada una de estas etapas se llama una raza-raíz, y hay 7 de ellas en la vida de un globo. Nuestros cuerpos físicos muestran dos subdivisiones, la densa y la etérea; las dos primeras razas las evolucionaron sin ser todavía definidamente físicas, en tanto que la tercera construyó hacia su etapa media, la forma humana con el astral inferior y el mental en germen. Todo lo que leemos en los libros acerca de Etnología se refiere al desarrollo de las razas raíces. Atlante y Aria, la 4ª y la 5ª; pero hubo otra que precedió a la Atlante y a la cual se ha dado el nombre de Lemuriana. Esta tercera raza-raíz tuvo que ver con d desarrollo del cuerpo físico. La raza Atlante que siguió, tuvo que ver con el desarrollo de cuerpo astral o emocional. La gran raza Aria, a la cual pertenece la mayoría de la población de Europa, de la India y de América, tiene que ver principalmente con el cuerpo mental, lo que llamamos mente.
Así, pues, una raza raíz es un gran tipo, de acuerdo con el cual sé hallan evolucionando los pueblos más conspicuos del mundo. Dentro de cada raza-raíz existen siete subdivisiones o subrazas, cada una de las cuáles representa, de manera incompleta o imperfecta, las características que la correspondiente raza-raíz debe exhibir en su perfección. Siendo el objetivo último de la evolución humana la producción del hombre perfecto en todos sentidos, tal evolución procede de esta manera regular. Una raza personifica los gérmenes de varias cualidades especiales, en tanto que una subraza desarrolla especialmente uno de ellos, dominando a las otras cualidades, que son necesarias en el hombre, y separadas para tal propósito. Y así son requeridas todas las razas raíces y su-brazas, y cada una de ellas tiene su lugar en la humanidad, finalmente perfecta, que habrá de evolucionar en nuestro globo.
Cada una de estas grandes razas predomina en el mundo por millones de años, pero ellas surgen a la existencia de tal manera que una comienza antes que la otra haya terminado, y si bien la raza Aria rige ahora en casi todo el mundo, hay sin embargo gran número de seres que claramente pertenecen a la raza Atlante, y algunos pocos (los más atrasados de los salvajes) que retienen fuertes trazas de sangre Lemuriana. La quinta raza-raíz, o sea la Aria, como un Todo, si bien ha existido en el mundo desde hace 60,000 años, no se halla todavía en su apogeo y tiene aún mucho tiempo por delante, probablemente un millón de años o algo así.
El comienzo de una raza-raíz venidera tiene lugar en la subraza de su propio número en la raza reinante. Y así, la quinta raza-raíz surgió de la quinta subraza de la cuarta raza-raíz, y la sexta raza-raíz surgirá de la sexta subraza de la quinta raza-raíz. Nos encontramos ahora en la incipiente etapa de un ciclo recurrente que se repite por la sexta vez. La tercera raza-raíz, la Lemuriana, y la cuarta, la Atlante, nos precedieron con mucho; y el pequeño ciclo de la sexta subraza, de la quinta raza-raíz o sea la, Aria, de cuya subraza surgirá la sexta raza-raíz, se encuentra, ya en los primeros pasos de su crecimiento en Australia, Nueva Zelandia, .y los Estados Unidos de América.
Todos nosotros, los actuales seres humanos de esta cadena de globos, deberemos llegar al Adeptado hacia el final de la séptima ronda de nuestra Cadena y salir por completo de este esquema de evolución, por alguno de los siete senderos que se extienden ante el Adepto, en tanto que lo que hoy es nuestro reino animal tendrá que alcanzar la individualización al final de esta cadena, y por consiguiente estar preparado para suministrar la humanidad de la próxima cadena o sea la quinta de nuestro esquema terrestre.
Sabemos, sin embargo, que dos quintas partes de nuestra humanidad serán descartadas en el período critico, a la mitad de la quinta ronda, el Día del Juicio.