L.- Duodécima letra del alfabeto inglés y también del hebreo, en el cual Lámed [nombre dicha letra] significa “aquijada”, signo de una forma del dios Marte, la divinidad generatriz. El valor numérico de esta letra es 30. El nombre divino hebreo correspondiente a la L es Limmud o Docto. [En sánscrito hay dos L vocales, una breve (li) y otra larga (lî), que son la noventa y décima letras respectivamente del alfabeto. Su sonido es poco perceptible al oído. No hay ninguna palabra sánscrita que empiece por una u otra de estas dos vocales. Hay, además, la L consonante o semivocal, que es la 42da. letra del alfabeto, y se pronuncia como la L castellana. Y por último, existe otra L, llamada védica, que es cerebral y tiene un sonido poco perceptible, como en la voz castellana flor.]
* La (Sánscrito).- Indra, dios del firmamento.
* La (Tibet).- Nombre que los lamas del Tibet dan al Fo (Buddha) de los chinos.
* Lâ (Sánscrito).- Don ofrecido o recibido.
Lábaro (Labarum, en latín).- Estandarte que llevaban delante de los antiguos emperadores romanos y que tenía en el extremo superior un águila, como emblema de la soberanía. Era una larga pica con un palo cruzado formando ángulos rectos. Constantino reemplazó el águila con el monograma de Cristo, que llevaba la divisa ENTOU ǁ TÓNIKA, que más tarde se interpretó en el sentido de In hoc signo vinces [con esta señal vencerás]. Respecto al monograma, era una combinación de letra X, chi y P, rho, o sea la sílaba inicial de Christos. (Véase: Crismón). Pero el Lábaro había sido un emblema de Etruria siglos antes de Constantino y de la era cristiana. Era también el signo de Osiris y de Horus, frecuentemente representado con la cruz latina prolongada, así como la cruz pectoral griega es puramente egipcia. En su Decadencia y Caída del Imperio romano, Gibbon puso de manifiesto la impostura de Constantino. Este emperador, si es que tuvo alguna visión, debió ser la del Júpiter olímpico, en cuya fé murió.
* Labdha (Sánscrito).- Adquirido, logrado, alcanzado.
* Labdhavarna (Sánscrito).- Sabio, pandita.
Laberinto [del griego labyrinthos].- Egipto tenía el “Laberinto celeste”, en el cual se introducían las almas de los difuntos, y también su representación en la tierra, el famoso Laberinto, una serie de recintos y pasadizos subterráneos con los más extraordinarios recovecos. Segun la descripción de Herodoto, consta de tres mil cámaras o recintos, la mitad debajo de suelo y la otra mitad sobre el mismo. Aun en su tiempo no se permitía a los extraños entrar en las partes subterráneas del Laberinto porque éstas contenían los sepulcros de los reyes que lo construyeron y otros misterios. El “Padre de la Historia” encontró al Laberinto ya casi en ruinas, y con todo, lo consideraba, aun en tal estado, mucho más maravilloso que las Pirámides.
* Lâbha (Sánscrito).- Obtención, adquisición, logro, lucro, provecho.
* Labhasa (Sánscrito).- Posesión, riqueza.
* Labhya (Sánscrito).- Que ha de alcanzarse, que ha de ser obtenido.
Labro.- Santo romano, solemnemente beatificado no hace muchos años. Su gran santidad consistía en estar sentado junto a una de las puertas de Roma, noche y día, por espacio de cuarenta años, sin lavarse ni una sola vez durante ese tiempo. A consecuencia de ello, la miseria se lo estaba comiendo hasta los huesos.
* Labyrinthodon.- Animal antediluviano del orden de los saurios, cuyo cráneo fósil presenta una perforación, que únicamente puede explicarse por un extraordinario desarrollo de la glándula pineal o “tercer Ojo”, que, en concepto de varios naturalistas, entre ellos E. Korscheldt, funcionaba como un real y verdadero órgano de la visión. –Véase: Doctrina Secreta, II, 313, nota, y Glándula pineal.
Lactancio.- Padre de la Iglesia, que declaró como doctrina herética el sistema heliocéntrico, y la existencia de los antípodas, como una “falacia inventada por el diablo”.
* Ladaha (Sánscrito).- Bello, agradable, encantador.
Ladakh.- El valle superior del Indo, habitado por los libetanos, pero perteneciente al râja de Cachemira.
Laena (Latín).- Una vestidura con la cual los augures romanos se cubrían la cabeza mientras estaban contemplando el vuelo de las aves.
* Lagada (Sánscrito).- Bello, bien formado, bien hecho.
* Lâghava (Sánscrito).- Pequeñez, insignificancia, desprecio, mezquindad, falta de valor.
* Laghiman (Sánscrito).- Ligereza, carencia de peso; el poder de neutralizar la acción de la gravedad y de volverse tan ligero como un copo de algodón, una pluma u otros objetos por el estilo. “Por medio del samyana sobre la relación que existe entre el cuerpo humano y el éter, y también identificándose con objetos ligeros, tales como un copo de algodón, etc., el yoguî adquiere el poder de viajar por el espacio”. (Aforismos de Patañjali, III, 42).
* Laghu (Sánscrito).- Ligero, imponderable, rápido, pequeño, escaso, parco.
* Laghuvritti (Sánscrito).- “Condición de ligereza”. Por efecto de ella; el cuerpo se vuelve imponderable, como en el estado de éxtasis o como un cuerpo glorioso. –Véase: Laghiman, Etrobacia, Levitación.
* Laghvâzin (laghu-âzin) (Sánscrito).- “Poco comedor”. Parco o sobrio en la comida.
* Lagna (Sánscrito).- Adicto, atento; confuso; bardo, panegerista.
Lahgash (Cábala).- Lenguaje secreto; encantación esotérica; casi idéntico al significado místico de Vâch [el oculto poder de los Mantras.]
* Laicos, chelâs o Chêlas laicos.- Son simplemente hombres de mundo que afirman su deseo de conocer las cosas espirituales. Virtualmente, todo miembro de la Sociedad Teosófica que subscribe al segundo de los tres objetos de la misma es un chelâ laico, porque, si bien no pertenece al número de los verdaderos chelâs, tiene la posibilidad de llegar a serlo, por cuanto ha atravesado la línea divisoria que le separaba de los Mahâhmâs, y se ha puesto, por decirlo así, bajo su observación. El Chelado laico no confiere más privilegio que el de trabajar para contraer méritos bajo la observación de un Maestro. –Véase el excelente artículo de H. P. Blavatsky: Chelâs (regulares) y Chelâs laicos, publicado en Five Years of Theosophy.
Lajjâ (Sánscrito).- “Poder”; una semidiosa, hija de Dakcha.
* Lajjyâ (Sánscrito).- Pudor, recato, modestia.
* Lakcha (Laksha) (Sánscrito).- Marca, señal, signo, nota; engaño, fraude. Se llama también lakcha, lakchâ, lak, lakh o lac una cantidad equivalente a cien mil unidades, sea en especie, dinero u otra cosa cualquiera.
Lakchana (Lakshana) (Sánscrito).- Los treinta y dos signos corporales de un Buddha, o sean las señales por cuyo medio es reconocido. [He aquí otros significados de esta palabra; marca, señal, símbolo, atributo, signo característico o distintivo; carácter, nombre, designación; observación, vista, visión, etc.]
* Lakchana-parinâma (Sánscrito).- Cambio o transformación del carácter.
* Lakchmana (Sánscrito).- Marca, señal, nombre. Hijo del rey Dazaratha y hermanastro de Râma, esposo de Sîtâ. (Véase esta palabra).
Lakchmî (Sánscrito).- “Prosperidad”, fortuna, [belleza, esplendor]. La Venus inda, que nació en el acto de batir los dioses el océano de leche; es la diosa de la belleza, y esposa [o aspecto femenino] de Vichnú. [Lakchimî es madre de Kâma, dios del amor. Es también el sobrenombre de Sîtâ, esposa de Râma.]
* Lakchimî-griha (Sánscrito).- El loto rojo, sobre el cual apareció sentada Lakchimî.
* Lakchimî-pati (Sánscrito).- “Señor o esposo de Lakchimî”: Sobrenombre de Vichnú.
* Lakchimî-putra (Sánscrito).- “Hijo de Lakchimî”: Kâma. Hijo de Sîtâ, en general.
* Lakchimîvat (Sánscrito).- Próspero, afortunado, de feliz augurio.
* Lakchimîza (Lakchmî-îza) (Sánscrito).- Hombre afortunado; Vichnú, esposo de Lakchimî.
* Lakchya (Sánscrito).- Notable. Como substantivo: marca, signo, objeto a que uno aspira.
Lakh.- Véase: Lakcha.
Laksha, Lakshana, Laksmi.- Véase: Lakcha, Lakchana, Lakchmî.
* Lalâma (Sánscrito).- Raya, marca; adorno o signo distintivo; jefe; dignidad, majestad.
* Lâlasa (Sánscrito).- Deseo; sentimiento; solicitación. Como adjetivo: deseoso, anheloso.
* Lalita (Sánscrito).- Belleza, encanto; juego, diversión. (Adjetivo): agradable, divertido, encantador; sencillo, ingenuo.
Lalita-vistara (Sánscrito).- Célebre biografía de Zâkyamuni, el Señor Buddha, compuesta por Dharmarakcha en el año 308 de nuestra era.
* Lam (L.).- Símbolo del Prithivî-Tattva (Râma Prasâd).
Lama (Tibet).- Se escribe “Clama”. Este título, si se aplica debidamente, corresponde sólo a los sacerdotes de grados superiores, aquellos que pueden oficiar como gurus en los monasterios. Desgraciadamente, cada miembro ordinario del gedun (clero) se llama, o permite que le llamen, “Lama”. El verdadero lama es un gelong ordenado y tres veces ordenado. Desde la reforma hecha por Tsong-kha-pa, no pocos abusos se han deslizado de nuevo en la teocracia del país. Hay “Lamas astrólogos”, los chakhan o tsikhan (de tsigan “gitano”) ordinarios, y “Lamas adivinos”, de una condición tal que se les permite casarse y no pertenecen absolutamente al clero. Sin embargo, se cuentan en muy escaso número en el Tibet oriental, perteneciendo principalmente al Tibet occidental y a ciertas sectas que nada tienen que ver con los gelupkas o “casquetes amarillos”. Por desgracia, los orientalistas, que casi nada saben del verdadero estado de las cosas del Tibet, confunden el Choichong de la Lamasería (Lhasa) de Gurmakhayas –los esotéricos iniciados- con los charlatanes y dugpas (hechiceros) de la secta de los bhons. No es de extrañar que –como dice Schlagintweit en su Buddhismo del Tibet- “si bien las imágenes del rey Choichong (el “dios de la astrología”) se encuentran en la mayor parte de los monasterios del Tibet occidental y de los Himalayas, mis hermanos no han visto jamás un lama Choichong”. Esto es muy natural. Ni el Choichong ni el Khubilkhan (véase esta palabra) invadieron el país. Lo mismo que el “Dios” o “Rey Choichong” dista tanto de ser “dios de la astrología” como cualquier otro Dhyân Chohân “planetario”.
* Lama-gylungs (Tibet).- Discípulos de los lamas.
* Lamba (Sánscrito).- Grande, vastoso, espacioso; pendiente, colgantes. (Substantivo) presente, regalo.
* Lambhana (Sánscrito).- Adquisición, obtención; reproche, censura.
Lamrin (Tibet).- Libro sagrado de reglas y preceptos escrito por Tsong-kha-pa “para el progreso del conocimiento”.
Lang-chu o Lang-shu (Chino).- Título de una traducción de la obra de Nâgârjuna Ekazloka-Zâstra.
* Langhan.- Véase: Ashen.
* Langhana (Sánscrito).- Ayuno.
Lang-shu.- Véase: Lang-chu.
Lankâ (Sánscrito).- Antiguo nombre de la isla actualmente llamada Ceilán. Es también el nombre de una montaña situada al Sur-Este de Ceilán, en donde, segun cuenta la tradición, había una ciudad poblada por demonios, conocida con el nombre de Lankâpuri. La gran epopeya Râmâyana la describe diciendo que era de gran magneficencia y de extensión gigantesca, “con siete anchos fosos y siete estupendas murallas de piedras y metal”. Su fundación se atribuye a Vizvakarma, que edificó dicha ciudad para residencia de Kuvera, rey de los demonios, de quien fue tomada por Râvana, reptor de la bella Sîtâ. El Bhagavad-Gîtâ dice que Lankâ o Ceilán era primitivamente la cumbre del monte Merú, que fue arrancada por Vâyu, dios del viento, y precipitada en el océano. Desde entonces ha venido a ser la sede de la Iglesia búdica del Sur, la secta siamesa (dirigida actualmente por el sumo sacerdote Sumangala), representación del más puro budismo exotérico de esta parte de los Himalayas.
* Lânkâvatâra (Sánscrito).- Título de un tratado de filosofía búdica.
* Lankeza (Lankâ-îza) (Sánscrito).- “Señor de Lankâ”. Epíteto de Râvana.
Lanoo.- Véase: Lanu.
Lanú (lanoo, segun la transliteración inglesa) (Tibet).- Es el nombre que en el Tibet se da a los chelâs o estudiantes de la doctrina esotérica.
Lao-tze (Chino).- Un gran sabio, santo y filósofo, que precedió a Confucio. [Fue una gran reformista chino.]
* Lâpa (Sánscrito).- Palabra, lenguaje.
* Lapana (Sánscrito).- Habla o acción de hablar; la boca (que habla).
Lapis philosophorum (Latin).- “Piedra de los filósofos”. Véase: Piedra filosofal.
* Lapita (Sánscrito).- Palabra, lenguaje; voz, lamento.
Lararium (Latin).- Un aposento en la casa de los antiguos romanos, en donde se guardaban, juntamente con otras reliquias de la familia, los lares o dioses domésticos.
Lares (Latin).- Los Lares son los manes o sombras de las personas desencarnadas. Los había de tres clases: Lares familiares, que eran los guardiantes o presidentes invisibles de la familia; Lares parvi, pequeños ídolos que se utilizaban para adivinaciones y augurios, y Lares prœtites, que, segun se suponía, mantenían el orden entre los demás. Dice Apuleyo que la inscripción tumularia: “A los dioses manes que vivieron”, significa que el alma había sido transformada en un lémur, y añade que, si bien “el alama humana es un demonio que nuestros lenguajes pueden denominar genio”, y “es un dios inmortal, aunque en cierto sentido nace al mismo tiempo que el hombre en quien ella reside, sin embargo podemos decir que muere de la misma manera que nace”. Lo cual significa, usando un lenguaje más claro, que los Lares y los Lémures son simplemente los cascarones o envolturas desechadas por el Ego, la elevada Alma espiritual e inmortal, cuya cubierta o envoltura, lo mismo que su reflejo astral, el alma animal, muere, mientras que el Alma superior persiste durante toda la eternidad. [Véase: Penates]. [Tomados en otra acepción de la palabra, los Lares son las divinidades solares, los conductores y jefes de hombres. Como Aletœ [Dioses o adoradores del fuego], eran los siete planetas (astronómicamente), y como Lares, los regentes de dichos planetas, nuestros protectores y gobernadores (místicamente). –(Doctr. Secr., II, 377).]
Larva (Latin).- El alma animal. Las Larvas (larvœ) son las sombras de los hombres que vivieron y han muerto.
* Lâsa (Sánscrito).- Danza, juego, diversión, placeres amorosos.
* Lascaris.- Misterioso personaje de origen oriental. Apareció en Alemania a principios del siglo XVIII. Dedicábase con ahinco al hermetismo, y poseía una tintura o polvo filosofal con que obraba la transmutación de los metales. Uno de los experimentos que más llamaron la atención pública fue el trocar en oro purísimo toda la vajilla de plata que en su castillo poseía la condesa de Erbach; hecho completamente auténtico, por cuanto la vajilla en cuestión llegó a ser objeto de litigio, a causa de haberse separado la condesa de su esposo, que reclamaba la mitad de su valor. El eminente químico Dippel pretendió demostrar que la tintura de que se servía Lascaris era una simple solución saturada de cloruro de oro, y que bastaba calcinar el polvo con que se preparaba la tintura para reducirlo a oro puro; pero difícilmente se explica que, segun afirma el mismo Dippel, una parte en peso de dicha tintura transmutase en oro 600 partes de plata; tampoco hay manera de explicar que una plancha circular de cobre con un pie de diámetro, calentada al fuego y tratada, con un pequeño grano de tintura se convirtiese toda ella en oro, como se demostró luego cortando a pedazos la plancha para que se viera claramente que no se trataba de un mero cambio superficial, sino de una verdadera transmutación de todo el espesor de la masa metálica. Lascaris tuvo numerosos discípulos, tales como Bötticher, Braun, Martin, Schmolz de Dierbach y otros, que recorrieron la Europa para demostrar con hechos prácticos la verdad de la ciencia hermética.
* Lâsa (Sánscrito).- Danza, especialmente de mujeres; juego, solaz; placeres amorosos.
* Lâsaka (Sánscrito).- El que danza, juega o se divierte.
* Lâsakî (Sánscrito).- Bailarina, cortesana.
* Lâsya (Sánscrito).- Danza acompañada de canto y música instrumental; danza de mujeres, una especie de pantomima.
* Latâ (Sánscrito).- Hilo; rama; planta trepadora.
* Lâta (Sánscrito).- Lenguaje pueril o inconsciente; defecto, tacha, vicio; tela, vestido.
* Lata (Sánscrito).- Ignorante, que habla como un niño; defecto.
* Latta (Sánscrito).- Hombre vil, miserable.
* Lavana (Sánscrito).- Salino, salado, salobre. Lavana era el nombre de un râkchasa, hijo de Madhu y rey de Mathurâ.
* Lavanâmbhas (Sánscrito).- “Aguas saladas”: el mar.
* Lâvanya (Sánscrito).- Sabor salado; gracia, encanto, belleza.
Laya o Layam (Sánscrito).- Palabra derivada de la raíz li, “disolver”, “desintegrar”; un punto de equilibrio (punto cero o neutro) en física o química. En ocultismo es el punto en que la substancia se vuelve homgénea y es incapaz de obrar o de diferenciarse. [Es el punto de la materia por encima y por debajo del cual ha cesado toda diferenciación o cambio de manifestación. En la práctica del Yoga, laya es un momento crítico en que la mente, al pasar de un estado de conciencia a otro llamado “inconsciente”, puede caer en una condición de entorpecimiento pasivo, que conduce a todas las calimades de la mediumnidad irresponsable. –Véase: Punto o centro laya.]
* Laya-yoga (Sánscrito).- Es una especie de Yoga que consiste en contemplar con atención algun objeto exterior; o más propiamente, el nâda (sonido) interno que se percibe cerrando los oídos. (M. Dvivedi).
Lebanon (Hebreo).- Véase: Líbano.
* Lecho de Procusto.- Procusto o Procrusto, era un famoso bandido del Atica, que hacía tender a sus víctimas sobre un lecho de hierro, haciéndolas ajustar exactamente a la longitud del mismo, a cuyo fin les cortaba las extremidades de las piernas si éstas eran más largas, o las estiraba con fuerza mediante una cuerda si eran más cortas. Esta alegoría, de que se habla varias veces en las obras teosóficas, se aplica principalmente a aquellos dogmáticos que se empeñan en ajustar de un modo forzado y violento una idea determinada a su propio criterio o a una norma preestablecida.
* Leffas.- Cuerpos astrales de las plantas. Pueden hacerse visibles surgiendo de las cenizas de las plantas, después que éstas han sido quemadas. –Véase: Palingenesia. (F. Hartmann). –Véase también Gaffarillus y Kircher.
* Leha y Lehya (Sánscrito).- Alimento; alimento divino.
* Lekha (Sánscrito).- Rasgo, línea; letra, carácter (de letra); carta, misiva.
* Lekhana (Sánscrito).- Escrito, escritura; hoja de palma, corteza de abedul (que servían para escribir a guisa de papel).
* Lémures.- Son los manes o sombras que conocemos con el nombre de lares. Cuando se hallan a alguna distancia de nosotros y nos muestran una benéfica protección, honramos en ellos las divinidades del hogar doméstico; pero si sus crímenes los condenan a andar errantes, los denominavos larvas. Llegan a ser una verdadera plaga para los hombres malvados y un vano terror para los buenos. (Isis sin velo, I, 345). –Son los elementales del aire; elementarios de los muertos; “espíritus llamadores o golpeadores”, que producen manifestaciones físicas. (F. Hartmann). –Véase: Cabales, Elementarios, Lares, etc.
Lemuria.- Término moderno empleado por algunos naturalistas, y que actualmente usan los teósofos para designar un vastísimo continente que, segun la Doctrina Secreta del Oriente, precedió a la Atlántida. SU nombre oriental no revelaría gran cosa a los oídos europeos. [La Lemuria constituía un antiquísimo y gigantesco continente, anterior al Africa y a la Atlántida. Fue destruída por efecto de los terremotos y de los fuegos subterráneos, y sumergida en el fondo del océano desde hace algunos millones de años, dejando sólo como recuerdo de ella varios picos de sus más altas montañas, que ahora son otras tantas islas, entre las cuales figura la llamada Isla de Pascua, famosa por sus estatuas gigantescas. Este vastísimo continente comprendía el sur de Africa, Madagascar, Ceilán, Sumatra, Océano Indico, Australia, Nueva Zelandia, extendiéndose hasta gran parte del sur del Océano Pacífico. Fue la cuna y residencia de la tercera Raza-madre, o sea de la primitiva humanidad física y sexual, que en aquellos remotos tiempos tenía una estatura gigantesca. Una vez aparecida la Lemuria, surgió la Atlántida.]
* Lemurianos.- Constituían la tercera Raza-madre. Eran de estatura gigantesca, andróginos y hermafroditas durante los primeros períodos de la Raza, pero más tarde se diferenciaron en formas distintamente masculinas y femeninas. (P. Hoult). –Véase: Lemuria.
* Lenguaje de los dioses Deva-nâgarî, en sánscrito.- Con este nombre se designa el alfabeto y el lenguaje sánscrito más frecuentemente empleado, sobre todo en el sur de la India.
* Lenguaje de los Hierofantes.- Es un lenguaje universal que tiene siete “dialectos”, por decirlo así, cada uno de los cuales se refiere y está apropiado a uno de los siete Misterios de la Naturaleza. Cada uno de ellos tiene su simbolismo propio. (Doctrina Secreta, I, 329).
Lenguaje del Misterio.- Lenguaje secreto sacerdotal usado por los sacerdotes iniciados, que lo emplean únicamente cuando discuten materias sagradas. Cada nación tiene su propia lengua de “misterio”, desconocida de todos, a excepción de aquellos que han sido admitidos en los Misterios. [Las razas prehistóricas tenían su lenguaje de misterio, que no es una lengua fonética, sino gráfica y simbólica. En la actualidad, son poquísimos los que la conocen, siendo para la masa de la humanidad, desde hace unos 5.000 años, una lengua absolutamente muerta. Sin embargo, la mayor parte de los gnósticos, griegos y judíos ilustrados la conocieron y emplearon, si bien de un modo muy diferente. –Doctrina Secreta, I, 606.]
León, Moisés de.- Nombre de un rabino judío del siglo XIII. Fue acusado de haber compuesto el Zohar, que publicó como verdadera obra de Simeón Ben Jachai. Su nombre completo está expresado en la Qabbalah de Myer, y era Moisés ben-Shem-Tob de León, rebino español, y el mismo autor demuestra con toda claridad que León no fue el autor del Zohar. Pocos dirán lo contrario, pero cada uno debe sospechar que Moisés de León falseó considerablemente el “Libro de Esplendor” (Zohar) original. Esta falta, sin embargo, puede él compartirla con los “cabalistas cristianos” de la Edad media y especialmente con Knorr von Rosenroth. Con toda seguridad, ni el rabino Simeón, condenado a muerte por Tito, ni su hijo, el rabino Eliezer, ni su secretario, el rabino Abba, pueden ser acusados de haber introducido en el Zohar las doctrinas y dogmas puramente cristianos inventados por los Padres de la Iglesia algunos siglos después de la muerte de los primeros rabinos mencionados. Esto, estirando la cosa un poco más de lo debido, sería una supuesta profecía divina.
* León de la Ley.- Título aplicado a Buddha. (Véase: Voz del Silencio, II).
* Leones de Fuego y Leones de Vida.- Estos nombres, que expresan atributos ígneos, se han aplicado a los elevados Seres que constituyen la primera de las Jerarquías creadoras, por razón de ser la Vida y el Corazón del universo. -Véase: Jerarquías creadoras.
* Leopoldo I.- Este emperador colmó de favores al monje Venzel Zeyler por haber éste transformado en presencia suya estaño en oro, y de él se cuenta que también obró tal transformación.
* Lerad (Escandinavo).- El abeto de Walhall, con cuyas hojas se alimenta la cabra Heidruna.
* Letanía.- El más somero examen comparativo entre la letanía lauretana de la Iglesia católica y las del Egipto y de la India, demuestra claramente que estas dos últimas sirvieron de modelo a la primera, que ha copiado al pie de la letra algunos de sus elogios o atributos. (Véase: Isis sin velo, II, 209).
* Leteo (Del griego lethé, olvido).- Uno de los ríos del infierno, llamado por otro nombre «Río del Olvido». Tras muchos soglos pasados en los infiernos, en donde habían expiado sus culpas, las almas, antes de abandonar la región de las sombras, están obligadas a beber de las tranquilas y silenciosas aguas de dicho río, que tienen la virtud de borrar el recuerdo de su vida anterior o de no dejar en la memoria más que vagas y obscuras reminiscencias, disponiéndolas así a sufrir en un nuevo cuerpo las pruebas y miserias de la existencia. Con esta ingeniosa alegoría, los antiguos griegos explicaban la pérdida de la memoria de las vidas pasadas.
Levânah (Hebreo).- La luna, considerada como planeta y como una influencia astrológica.
Levi, Eliphas.- El verdadero nombre de este sabio cabalista era Alfonso Luis Constant. Eliphas Levi Zahed era autor de varias obras sobre magia filosófica. Miembro de los Fratres Lucis (Hermanos de la Luz), fue también, en un tiempo, sacerdote o abate de la Iglesia católico-romana, que en breve procedió a secularizarle cuando él adquirió fama de cabalista. Murió unos veinte años atrás (téngase en cuenta que la obra original salió a la luz en el año 1892), dejando cinco obras famosas: Dogme et Rituel de la Haute Magie (1856); Histoire de la Magie (1860); La Clef des grands Mystéres (1861); Legendes et Symboles (1862), y La Science des Esprits (1865), además de algunas otras obras de menor importancia. Su estilo es sumamente claro y fascinador, pero con un sello harto marcado de ironía y paradoja para ser el ideal de un cabalista serio.
Leviathan.- En el Esoterismo bíblico, es la Deidad en su doble manifestación de bien y de mal. Su significado puede encontrarse en el Zohar (II, 34, b): «El rabino Shimeon dijo: La obra del principio (de «creación») los compañeros (candidatos) la estudian y comprenden; pero los pequeños (los completos y perfectos Iniciados) son los que comprenden la alusión a la obra del principio por medio del Misterio de la Serpiente del Gran Mar (a saber) Thanneen, Leviathan«. (Véase también: Qabbalah, de I. Meyer).
* Levitación.- «Suspensión de un cuerpo pesado en el aire sin sostén alguno visible». (A. Besant). La levitación y el hecho de andar sobre el agua pueden ejecutarse con la ayuda de los elementales del aire y del agua, respectivamente; pero con más frecuencia se emplea para ello un método distinto, que expresa Patañjali en uno de sus Aforismos del Yoga: «Por el dominio sobre el aire vital llamado udâna, el yoguî adquiere el poder de ascensión (o levitación), de sostenerse sobre el agua sin tocarla y sobre el cieno y de andar sobre abrojos». (III, 39). -Véase: Etrobacia.
* Ley de Retribución.- Véase: Karma.
* Ley de Sacrificio.- Véase: Sacrificio.
* Leyes de Manú.- Véase: Mânava-dharma-zâstra.
* Leza (Sánscrito).- Disminución; partícula; pequeña cantidad.
I
Lha (Tibet).- Espíritus de las esferas más elevadas; de esta palabra deriva el nombre de Lhassa, residencia del Dalai-Lama. El título de Lha se da frecuentemente en el Tibet a algunos Narjols (santos y yoguîs adeptos), que han alcanzado grandes poderes ocultos. [Lha es un antiguo término de lsa regiones situadas más allá de los Himalayas; significa «Espíritu», un Ser celestial o superhumano cualquiera, y comprende toda la serie de jerarquías celestes, desde un Arcángel o Dhyâni, hasta un Angel de tinieblas, o espíritu terrestre. (Doctr. Secr., II, 25).]
Lhagpa (Tibet).- El planeta Mercurio [simbolizado por una «mano». -Véase: Voz del Silencio, II.]
Lhakang (Tibet).- Un templo; una cripta, especialmente un templo subterráneo para ceremonias místicas.
Lhamayin (Tibet).- Espíritus elementales del plano terrestre inferior. La fantasía popular hace de ellos unos demonios y diablos. [Espíritus elementales y malignos, envidiosos y enemigos del hombre (Voz del Silencio, III). En una de las instrucciones expuestas en el recomendable artículo de H. P. Blavatsky titulado Ocultismo práctico, se lee: «No debe hacerse uso de ningun vino, ningun espíritu ni opio, porque éstos son a manera de los lhamayin (malos espíritus), que se apoderan del imprudente y devoran el entendimiento». Estos seres son diametralmente opuestos a los Lhas, segun se colige de la estanza II, 8 del Libro de Dzyan: «Vinieron los Lhas de lo Alto y los Lhamayin de Abajo».]
* Lhassa (Tibet).- Ciudad donde reside el Dalai-Lama. Véase: Lha.
* Li (Sánscrito).- Disolución, destrucción; igualdad, identidad.
* Libaciones.- Mr. Chabas (L’Egyptologie, pág. 95) opina que la efusión de agua en honor de los manes tenía un significado muy importante: era símbolo de la frescura y humedad devueltas al cuerpo deseado por la momificación. En los ritos funerarios se prescribían frecuentes libaciones. (P. Pierret, Diction. D’ Archéol. Egypt.).
Líbano (Lebanon, en hebreo).- Una cadena de montañas de la Siria, que conserva unos pocos restos de los cedros gigantescos, un bosque de que estaba coronada en otro tiempo su cumbre. Cuenta la tradición que de allí se sacó la madera para construir el Templo del rey Salomón. (Véase: Drusos).
* Liberación (Mokcha, en sánscrito).- Véase: Mokcha.
* Libra.- Uno de los signos del Zodíaco. Véase: Tulâ.
Libros de bambú.- Obas antiquísimas y seguramente prehistóricas escritas en chino, que contienen los registros antediluvianos de los Anales de la China. Se encontraron en la tumba del rey Seang de Wai, que murió en el año 295 antes de J. C., y con mucha justicia se les puede hacer remontar a muchos siglos antes.
Libro de las Claves.- Antigua obra cabalística. [Ya no existe el original, si bien puede haber copias espurias y desfiguradas y falsificaciones del mismo. (Glosario de la Clave de la Teosofía).]
* Libro de la Creación.- Este libro y el Zohar son las dos únicas obras fundamentales del sistema cabalístico que han llegado hasta nosotros. El Libro de la Creación responde bastante bien a la idea que, segun el Thalmud, podemos formarnos de la Historia de la Génesis. (A. Frank, La Cábala).
* Libro de Dzyan.- Este libro, cuyo nombre deriva de la voz sánscrita dhyân (meditación mística), es el primer volumen de los Comentarios sobre los siete folios secretos de Kiu-te, y un glosario de las obras públicas de igual nombre. En la biblioteca de cualquier monasterio pueden hallarse en posesión de los lamas gelugpa tibetanos, treinta y cinco volúmenes de Kiu-te para fines exotéricos y para uso de los laicos, y además, catorce libros de comentarios y anotaciones sobre los mismos, escritos por Maestros iniciados. Estos catorce libros de Comentarios, algunos de los cuales son de una antigüedad incalculable, contienen una recopilación de todas las ciencias ocultas. (Doctrina Secreta, III, 405).
* Libro de Enoch.- Rechazado por los judíos y declarado apócrifo por los cristianos. Se le ha atribuído grande importancia a causa de la mención que de él se halla en los versículos 14 y 15 de la epístola del apóstol san Judas, y también por citarlo varios santos Padres de la Iglesia primitiva. El libro en cuestión es completamente simbólico, y sus símbolos se hallan entremezclados con misterios astronómicos y cósmicos. Abarca las cinco Razas del Manvantara, y hace algunas alusiones a las dos últimas. No contiene, pues, «profecía bíblicas», sino simplemente hechos sacados de los Libros sagrados del Oriente, y es evidentísimo que las doctrinas de los Evangelios y aun las del Antiguo Testamento fueron copiadas enteramente del Libro de Enoch. (Doctr. Secr., III, pág. 82 y siguiente). -Véase: Enoch.
Libro de los Muertos.- Es una antigua ritualista y oculta egipcia atribuída a Thot-Hermes. Se encontró en los ataúdes de vetustas momias. [Es una colección de oraciones divididas en 165 capítulos. Estas preces debía recitarlas el difunto para guardar salva su alma en las pruebas de ultratumba y purificarla en el juicio final; a este fin, cada momia tenía en su ataúd un ejemplar más o menos completo de este libro. El ejemplar-tipo, publicado por M. Lepsius, es la reproducción de un manuscrito de Turín de la XXVI dinastía, pero la redacción de algunos de sus capítulos se remonta a las épocas más antiguas. -P. Pierret, Diction. D’ Archéol, egypt.]
Libro de los Números caldeo.- Esta obra contiene todo cuanto se encuentra en el Zohar de Simeón Ben-Jochai, y mucho más. Debe ser muchos siglos anterior a él, y en cierto sentido su original, puesto que encierra todos los principios fundamentales expuestos en las obras cabalísticas judías, pero sin ninguno de sus velos. Es verdaderamente una obra rarísima, de la cual sólo existen dos o tres copias, y éstas en manos de particulares.
Licantropía (del griego lykanthropía).- Fisiológicamente, es una enfermedad o manía, durante la cual uno se figura ser un lobo y obra como tal. Ocultamente, significa lo mismo que la voz inglesa werwolf, la facultad psicológica de ciertos hechiceros de aparecer o presentarse con la apariencia de lobos. Voltaire afirma que en el departamento de Jura, en el espacio de dos años, entre 1598 y 1600, unos seiscientos licántropos fueron sentenciados a muerte por un juez demasiado cristiano. Esto no significa que los pastores acusados de hechicería y vistos como lobos tenían el poder de transformarse físicamente en dichos animales, sino simplemente que poseían el poder hipnotizador de hacer creer a la gente (o a aquellos que consideraban como enemigos) que estaba viendo un lobo, cuando en realidad no había ninguno. El ejercicio de tal poder es verdadera hechicería. La posesión «demoníaca» es verdaera en el fondo, excepción hecha de los diablos de la teología cristiana. Pero éste no es lugar a propósito para una larga disquisición sobre los misterios ocultos y poderes mágicos.
* Licnomancia (del griego lychnos, llama, y manteia, adivinación).- Como expresa su nombre, es la adivinación por medio de la llama, segun su intensidad, color, dirección, etc.
* Liebre.- En algunos monumentos de la antigüedad cristiana, tales como piedras sepulcrales, lámparas, mármoles, etc., se ve esculpida la figura de este animal, cuyo significado, segun confiesa el abate Martigny, no han podido definir claramente los anticuarios. Así, un mármol del cementerio de Saint-Urbain está adornado con una liebre que corre hacia la izquierda en dirección de una paloma que lleva en el pico una rama de olivo cargada de hojas y frutos; en una piedra grabada de la colección de M. Perret, se ve una liebre que corre hacia el monograma de Cristo, y una palma debajo. Sobre la tumba de un niño se ve esculpida una liebre que está comiendo un racimo de uva, y en una urna bautismal (nymphœum) de Pisauro (hoy Pésaro), se ve un carnero frente a una liebre. Igualmente encontramos la liebre en algunas lámparas de barro, entre ellas una que M. Cavallari recogió en una catacumba cristiana en las cercanías de Girgenti en Sicilia, en el año 1875. -Véase: Culto de la liebre.
Lif (Escandinavo).- Lif y Lifthresir son los dos únicos seres humanos a quienes se permitió estar presentes en la «Renovación del Mundo». Por ser «puros e inocentes y libres de deseos pecaminosos, se les concedió entrar en el mundo en donde ahora reina la paz». El Edda los presenta escondidos en la selva de Hoddmimir, sumidos en los ensueños de la infancia mientras ocurría la postrera lucha. Estas dos criaturas y la alegoría en que toman parte, hacen referencia a las pocas naciones de la cuarta Raza-madre, que, sobreviviendo a la grande sumersión de su continente y a la mayoría de su Raza, pasaron a la quinta y continuaron su evolución étnica en nuestra presente Raza humana.
Lîlâ (Lila) (Sánscrito).- Literalmente: Juego, diversión, pasatiempo. En las escrituras ortodoxas indas se explica que «los actos de la Divinidad son lîlâ, o una diversión».
Lil-in (Hebreo).- Los hijos de Lilith y los descendientes de éstos. «Lilith es la madre de los Shedim y de los Muquishim (engañadores, que tienden lazos)». Todas las especies de Lil-ins, sin embargo, son demonios en la demonología de los judíos. (Véase: Zohar, II, 268a). -[Véase: Lilith.]
Lilith (Hebreo).- Segun la tradición judía, era un demonio que fue la primera esposa de Adán, antes de que fuera creada Eva. Creése que ejerce una influencia fatal sobre las madres y los niños recien nacidos. Lil es noche, y Lilith es también la lechuza, y en las obras medievales es un sinónimo de Lamia o demonio hembra. (W.W.W.). [El Talmud describe a Lilith como una hechicera mujer de opulenta y ondeada cabellera, o más bien un animal femenino cabelludo de un carácter actualmente desconocido, que en las alegorías cabalísticas y talmúdicas es llamado la reflexión femenina de Samael, Samael-Lilith, o sea una mezcla de hombre y animal, un ser denominado en el Zohar Hayo Bischat, la Bestia o Mala Bestia, de cuya unión contranatural descienden los actuales monos. (Doctr. Secr., II, 274). Tras algunas desaveniencias, rehusó Lilith someterse a su esposo y le abandonó. Fue madre de gigantes y demonios. Aun hoy se la considera como un espectro nocturno, fatal a las madres y a los recien nacidos. La tradición atribuye a esta diabla meretriz la seducción de varios jóvenes, cuyo corazón, después de la muerte, se encontró preso en uno de sus cabellos. Lilith es el prototipo de los seres llamados Khados en el Tibet y Dâkinîs en sánscrito, pertenecientes a razas pre-adámicas, desprovistos de inteligencia y dotados sólo de instinto animal. Adán tuvo hijos de ella. (Id., II, 183). La palabra Lilith (nocturna) figura en Isaías (XXXIV, 14) y se ha traducido como Empusa, lamía, kobold, estrige, zumaya, etc. En el Diccion. Hebreo-francés de Sander y Trenel se halla traducida: ave de noche, monstruo, fantasma nocturno, (sirena). Goethe hace aparecer tan siniestro personaje en la «Noche de Walpurgis» del Fausto. -Véase: Pramlochâ.]
Limbus Major [o Limbus Magnus] (Latín).- Término usado por Paracelso para designar la materia primordial (alquímica); «tierra de Adam». [El mundo en conjunto: la matriz espiritual del universo; el Caos en que está contenido aquello de que está hecho el mundo. -(F. Hartmann).]
* Limosna.- Segun declara el Zend-Avesta (Patet Mokhat), la limosna establece un lazo de unión entre el que la da y el que la recibe.
Linga o Lingam (Sánscrito).- Un signo o símbolo de creación abstracta. La Fuerza se convierte en el órgano de la procreación [masculino] sólo en esta tierra. En la India hay doce grandes Lingams de Ziva, algunos de los cuales se hallan en montañas y rocas y también en templos. Tal es el Kedareza en el Himalaya, una ingente e informe masa de roca. En su origen, el Lingam no tuvo nunca la grosera significación relacionada con el falo, idea que es completamente de una fecha posterior. Este símbolo tiene en la India el mismo significado que tenía en Egipto, que es simplemente que la Fuerza creatiz o procreadora es divina. Designa también que era el Creador -masculino y femenino. Ziva y su Zakti [su esposa o aspecto femenino]. La grosera e impúdica idea relacionada con el falo no es inda, sino griega, y sobre todo judía. Los Bethels bíblicos eran verdaderas piedras priápicas, el «Beth-el» (falo) donde Dios reside. El mismo símbolo estaba encubierto en el Arca de la Alianza, el «Santo de los Santos». Así es que el Lingam, hasta entonces considerado como un falo, no es «un símbolo de Ziva» únicamente, sino el de todo «Creador» o dios creador en cada nación, incluso los israelitas y su «Dios de Abraham y Jacob». [La voz linga, además de falo o miembro viril, significa: marcha, señal, sello, signo característico o distintivo, atributo, emblema, evidencia, prueba, etc. -Véase: Linga-deha o Linga-zarîra.]
* Linga-deha (Sánscrito).- Llamado también linga y linga-zarîra. Significa literalmente «cuerpo caracterizante». Segun enseña la filosofía sânkhya, el buddhi, el ahânkara, el manas y los diez indriyas, agrupados y unidos por medio de los cinco elementos sutiles o Tanmâtras, forman el llamado «cuerpo sutil o interno», el cual, sobreviviendo al cuerpo físico, perecedero, acompaña al Purucha (Espíritu individual) en sus transmigraciones sucesivas a otros cuerpos, hasta que el Purucha se ha librado por completo de toda conexión con la materia. El linga-deha es lo que constituye la naturaleza, carácter o disposición particular de cada individuo, y forma la individualidad persistente a través de las numerosas existencias por que pasa el alma en su dilatada peregrinación; por medio de él entra el Espíritu en relación con el mundo exterior. No se confunda este «cuerpo sutil» con el linga-zarîra (o doble astral) de la literatura teosófica.
Linga-Purâna (Sánscrito).- Una Escritura de los zaivas, zivaitas o adoradores de Ziva. En ella, Mahezvara, «el gran Señor», oculto en el Agni-linga, explica la ética de la vida: deber, virtud, sacrificio de sí mismo, y finalmente la liberación por medio de la vida ascética al fin del Agni-kalpa (la séptima Ronda). Como hace justamente observar el profesor Wilson, «el espíritu del culto (fálico) se halla tan poco influído por el carácter del símbolo como se pueda imaginar. Nada hay en él que se parezca a las orgías fálicas de la antigüedad; todo él es misterio y espiritualidad«.
* Lingârchana (Sánscrito).- Culto fálico. -Véase: Culto fálico, Fálico, Linga-Purâna, etc.
Linga-sharîra.- Véase: Linga-zarîra.
Linga-zarîra (Sánscrito).- El «cuerpo», esto es, el símbolo aéreo del cuerpo. Este término designa el doppelgänger o «cuerpo astral» del hombre o del animal. Es el eidolon de los griegos, el cuerpo vital y prototípico; la reflexión [o duplicado etéreo] del hombre de carne. Nace antes y muere o se desvanece con la desaparición del último átomo del cuerpo. [En lenguaje teosófico, el linga-zarîra es el tercer principio de la constitución humana, conocido igualmente con los nombres de «doble etéreo», «cuerpo fantasma», «doble astral», etc., y forma parte del cuaternario inferior. Este cuerpo, que tiene la misma forma que el cuerpo físico, es un vehículo y acumulador de vida (prâna), cuya corriente dirige y distribuye con regularidad segun las necesidades del organismo. Este «principio» está simbolizado por el pomo de cristal de que se sirvió Prometeo para guardar algunos rayos de sol con que animó la estatua de barro que había fabricado. Es también el factor que perpetúa los tipos orgánicos del hombre y los demás seres vivientes, determinando sus límites y estructura, dibuja o moldea sus formas orgánicas, así como los caracteres típicos de la especie y de la raza y aun ciertos rasgos de familia; en una palabra, es el nisus formativus, el agente que preside la evolución de las formas orgánicas. Es también el linga-zarîra el principal factor de donde se originan nuestras enfermedades y que, provocando reacciones, crisis y otras operaciones saludables, se convierte en fuerza medicatriz cuando nuestro organismo sufre alguna dolencia. En este cuerpo etéreo está el secreto de los admirables efectos de la medicina homeopática y de las dosis infinitesimales de los remedios. Por último, el linga-zarîra desempeña un importante papel en las sesiones espiritistas, y puede en ciertos casos hacerse perceptible a nuestra vida e impresionar la placa fotográfica. No se confunda con el linga-zarîra de la filosofía sânkhya. -Véase: Linga-deha, Cuerpo astral, etc.
Lipi (Sánscrito).- Escritura, escrito. -Véase: Lipikas, en el tomo I de la Doctrina Secreta.
Lipikas (Sánscrito).- Los Registradores celestes, los «Escribientes», aquellos que registran cada palabra proferida y cada acción ejecutada por el hombre mientras vive en esta tierra. Como enseña el Ocultismo, son los agentes del KARMA, la ley de Retribución. [Son los Registradores o cronistas que impresionan en las (para nosotros) invisibles tablas de la Luz Astral, «la gran galería de pinturas de la eternidad, un registro fiel de cada acción y aun de cada pensamiento del hombre, de todo cuanto fue, es o será en el Universo fenomenal. Como se expresa en Isis sin velo, este lienzo divino e invisible es el Libro de la Vida. Los Lipikas pesan los actos de cada personalidad en el momento en que se efectúa la separación definitiva de sus «principios» en el Kâma-loka, y suministran al hombre el molde de su cuerpo etéreo futuro, molde ajustado a las condiciones Kármicas que han de formar el campo de su próxima vida. Como quiera que los Lipikas son los que desde la pasiva Mente universal proyectan en la objetividad el plan ideal del Universo sobre el cual los «Constructores» reconstruyen el Kosmos después de cada Pralaya, son ellos los que corren parejas con los siete Angeles de la Presencia o Espíritus de los astros, siendo así los amanuenses directos de la Ideación eterna o «Pensamiento divino», como la denomina Platón. -Véase: Inteligencias, Karma, Señores del Karma, etc.]
Lobha (Sánscrito).- Ambición, codicia, avidez, avaricia; un hijo en mala hora nacido de Brahmâ. [Lobha significa además: anhelo, afán, veneración, adoración.]
* Lobhopahata (lobha-upahata) (Sánscrito).- Extraviado por la codicia o ambición.
* Lochana (Sánscrito).- Ojo.
* Loder.- Véase: Lodur.
Lodur o Loder (Escandinavo).- Segunda persona de la trinidad de dioses en los Eddas de los antiguos escandinavos, y padre de los doce grandes dioses. Lodur dotó de sangre y color al primer hombre, hecho del fresno.
* Lodyna (Escandinavo).- Madre de Thor.
* Loefos (Escandinavo).- Madre de Loki.
* Lofna (Escandinavo).- Una de las asianas (diosas).
Logi (Escandinavo).- Literalmente, «llama». Este gigante con sus hijos y allegados se dieron a conocer al fin como autores de todo cataclismo y conflagración en el cielo o en la tierra, permitiendo que los mortales los percibieran en medio de llamas. Estos demonios-gigantes eran todos ellos enemigos del hombre y se esforzaban en destruir su obra dondequiera que la encontraban. Son un símbolo de los elementos cósmicos.
Logia (Griego).- Enseñanzas y lecciones secretas de Jesús, contenidas en el Evangelio de San Mateo -en el original hebraico, no en el espurio texto griego que poseemos-, y conservadas por los ebionitas y nazarenos en la biblioteca coleccionada por Pánfilo, en Cesarea. Este «Evangelio», llamado por muchos escritores «el verdadero Evangelio de Mateo», estaba en uso, segun San Jerónimo, entre los nazarenos y ebionitas de Berrea, Siria, en su propio tiempo (siglo IV). Como los Aporrheta o discursos secretos de los Misterios, estos Logia sólo podían comprenderse con el auxilio de una clave. Remitidos por los obispos Cromacio y Heliodoro, San Jerónimo, después de haber obtenido permiso para ello, los tradujo, pero encontró que era una tarea muy difícil (y realmente lo era) conciliar el texto del Evangelio «genuino» con el del espurio griego que ya conocía. (Véase: Isis sin velo, II, 180 y siguientes).
* Logia Blanca (La).- Fraternidad o Jerarquía de Adeptos, que velan por la humanidad y la guían en su evolución, conservando intactas las antiguas verdades que constituyen el fondo de todas las religiones, y predicándolas de nuevo de tiempo en tiempo a los hombres segun las exigencias de la época. Las dos columnas de esta Logia son: Amor y Sabiduría. (A. Besant, Sabiduría Antigua).
* Logoi (Griego).- Es el plural de la palabra Logos.
Logos (Griego).- La Divinidad manifestada en cada nación y pueblo; la expresión exterior, o el efecto de la Causa que permanece siempre oculta o inmanifestada. Así, el lenguaje es el logos del pensamiento; por esto se traduce correctamente con los términos “Verbo” y “Palabra” en su sentido metafísico. [Saliendo de las profundidades de la Existencia Una, del inconcebible e inefable Uno, un Logos, imponiéndose a sí mismo un límite, circunscribiendo voluntariamente la extensión de su propio Ser, se hace el Dios manifestado, y al trazar los límites de su esfera de actividad, determina también el área de su Universo. Dentro de dicha esfera nace, evoluciona y muere este universo, que en el Logos vive, se mueve y tiene su ser. La materia del universo es la emanación del Logos, y sus fuerzas y energías son las corrientes de su vida. El Logos es inmanente en cada átomo, es omnipenetrante; todo lo sostiene, todo lo desarrolla. Es el principio (u origen) y el fin del universo, su causa y objeto, su centro y circunferencia… Está en todas las cosas, y todas están en él (como penetrante perfume que impregna el aire y todos los objetos de un aposento, o bien como el agua del mar que penetra en toda la masa de una esponja contenida en su seno. (N. del T.)). El Logos se despliega de sí mismo manifestándose en una triple forma: El Primer Logos, raíz u origen del Ser; de él procede el Segundo Logos, manifestando los dos aspectos de vida y forma, la primitiva dualidad, que constituye los dos polos de la Naturaleza entre los cuales se ha de tejer la trama del Universo: Vida-forma, Espíritu-materia, positivo-negativo, activo-receptivo, padre-madre de los mundos; y por último, el Tercer Logos, la Mente universal, en la que existe el arquetipo de todas las cosas, fuente de los seres, manantial de las energías formadoras, arca en donde se hallan almacenadas todas las formas originales que han de manifestar y perfeccionar en las clases inferiores de materia durante la evolución del universo. (A. Besant, Sabidur. Antig.). En otros términos: De lo ABSOLUTO, o sea Parabrahman, la Única Realidad, Sat, que es a la vez Absoluto Ser y No-Ser, procede: 1) El Primer Logos, el Logos impersonal e inmanifestado, precursor del manifestado. Esta es la “Causa primera”, lo “Inconsciente” de los panteístas europeos. 2) El Segundo Logos: Espíritu-Materia (como dice H. P. Blavatsky en la Doctrina Secreta, Espíritu y Materia, Sujeto y Objeto, no son más que dos aspectos de la Realidad única en el universo condicionado. (N. del T.)), Vida; el “Espíritu del Universo”, Purucha y Prakriti, y 3) El Tercer Logos, la Ideación cósmica, Mahat o Inteligencia, el Alma universal del mundo, el Nóumeno cósmico de la Materia, la base de las operaciones inteligentes en y de la Naturaleza, llamado también Mahâ-Buddhi. (Doctrina Secreta, I, 44).
* Logos planetario.- Cada mundo o planeta tiene su propio Logos que lo rige y hace evolucionar. Este Logos, que llamaremos “planetario”, extrae de la materia del sistema solar emanada del mismo LOGOS central los toscos materiales que necesita, y los elabora mediante sus propias energías vitales, especializando así cada Logos planetario la materia de su reino procedente de un depósito comun. (A. Besant, Sabid. Ant., pág. 415).
Lohitânga (Sánscrito).- El planeta Marte. [Llamado así debido a su color rojo (lohita).]
Loka (Sánscrito).- Una región o un lugar circunscrito. En metafísica, es un mundo, esfera o plano. Los Purânas de la India hablan repetidas veces de siete y catorce lokas encima y debajo de nuestra tierra; de cielos e infiernos. [La clasificación general exotérica, ortodoxa y tántrica de los Lokas es la siguiente: 1) Bhûrloka: el mundo terrestre, la tierra en que vivimos; 2) Bhuvarloka: la región intermedia, o sea el espacio comprendido entre la tierra y el sol, la región de los Siddhas, Munis, Yoguîs, etc. 3) Svar-loka o Svarga-loka: el cielo o paraíso de Indra, entre el sol y la Estrella polar; el mundo celeste; 4) Mahar-loka: la mansión de Bhrigu y otros santos, que se supone que son coexistentes con Brahmâ; 5) Jana o Janar-loka: el mundo en que, segun se supone, moran los munis (santos) después de la muerte del cuerpo, y también los Kumâras que no pertenecen a este plano: Sanaka, Sânanda y Sanatkumâra; 6) Tapar-loka: la región celeste donde residen las divinidades llamadas Vairâjas (véase esta palabra), y 7) Satya-loka o Brahmâ-loka: la mansión de Brahmâ y de los nirvanis. –Además de estos siete Lokas divinos, hay los siete Lokas infernales (o terrestres), que son, enumerándolos desde el más inferior al más superior: 1) Pâtâla (nuestra tierra), 2) Mahâtala, 3) Rasâtala, 4) Talâtala (o Karatala), 5) Sutala, 6) Vitala y 7) Atala. La clasificación de los sânkhyas y de algunos vedantinos es como sigue: 1) Brahmâ-loka, el mundo de las divinidades superiores; 2) Pitri-loka, el de los Pitris, Richis y Prajâpatis; 3) Soma-loka, el del dios Soma (la luna) y de los Pitris lunares; 4) Indra-loka, el de las divinidades inferiores; 5) Gandharvaloka, el de los espíritus celestes; 6) Râkchasa-loka, el de los Râkchasas; 7) Yakcha-loka, el de los Yakchas; 8) Pizâcha-loka, el de los demonios y espíritus malignos. Hay, por último, la clasificación vedantina, la que más se acerca a la esotérica. En ella cada Loka corresponde esotéricamente a las Jerarquías kósmicas o de Dhyân Chohans, a los Tattvas, a los diversos estados de conciencia humana y sus subdivisiones (cuarenta y nueve), etc. Esta clasificación, contando desde lo superior a lo inferior, es la siguiente: 1) Atala, “ningun lugar” (de a, prefijo de negación, y tala, lugar, condición o estado); condición o localidad âtmica o áurea, de plena potencialidad, pero no de actividad; emana directamente de lo Absoluto, y corresponde a la Jerarquía de los primitivos Seres no substanciales, de los Dhyâni-Buddhas, en un lugar que no es lugar (para nosotros), en un estado que es estado, en el Parasamâdhi, en que no es posible ningun progreso más; 2) Vitala: corresponde a la Jerarquía de los Buddhas celestes o Bodhisattvas, y se refiere al Samâdhi o conciencia búdica del hombre; en tal estado uno se siente unificado con el Universo. 3) Sutala: Corresponde a la Jerarquía de los Kumâras, Agnichvattas, etc., y está relacionado en la tierra con el Manas superior, y por tanto, con el Sonido, el Logos, nuestro Ego superior y también con los Buddhas humanos o encarnados. Es el tercer estado del Samâdhi. 4) Karatala (o Talâtala): corresponde a las Jerarquías de etéreos, semiobjetivos Dhyân Chohans de la materia astral del Mânasa-Manas o puro rayo de Manas, que es el Manas inferior antes de mezclarse con Kâma. Estos seres son llamados Sparza-devas o devas dotados de tacto, por estar este loka relacionado con dicho sentido. 5) Rasâtala o Rûpatala: Corresponde a las Jerarquías de Rûpa-devas dotados de forma y también de vista, oído y tacto. Son las entidades Kâma-manásicas y los Elementales superiores (Silfos y Ondinas de los rosacruces). En la tierra corresponde a un estado artificial de conciencia, como el producido por el hipnotismo o las substancias narcóticas (morfina, etc.). 6) Mahâtala: Corresponde a las Jerarquías de devas dotados de gusto, e incluye un estado de conciencia que comprende los cinco sentidos inferiores y las emanaciones de la vida y del ser. Está relacionado con Kâma y con el Prâna en el hombre, y con los Gnomos y las Salamandras en la Naturaleza. 7) Pâtâla: Corresponde a las Jerarquías de devas dotados de olfato (ghanda), al mundo inferior o Myalba (véase esta palabra). Es la esfera de los animales irracionales, que no tienen otro sentimiento que el de la propia conservación y el de la satisfacción de los sentidos, así como de los seres humanos intesamente egoístas, de los dugpas animales, elementales de animales y espíritus de la Naturaleza. Es el estado terrestre, y está relacionado con el sentido del olfato. (Doctrina Secreta, III, 564, etc.). La palabra loka: significa mundo, tierra, universo, lugar, región, plano, esfera de existencia; mansión, cielo, paraíso; gente, generación, humanidad, muchedumbre, comunidad; práctica ordinaria. Y como adjetivo: luminoso, claro, visible. –(Véase: Troilokya o Trilokya).]
* Loka-bândhava (Sánscrito).- “Pariente o amigo del mundo”; el sol.
Loka-chakchus (Loka-chakshuh) (Sánscrito).- Literalmente, “Ojo del mundo”: título del sol (sûrya).
* Lokâchâra (Sánscrito).- Uso o práctica del mundo; costumbre general.
* Loka-dhâtri (Sánscrito).- Literalmente: “Conservador o creador del mundo”. Epíteto de varios dioses, especialmente de Brahmâ y Vichnú.
* Lokahita (Sánscrito).- Bien del mundo; provecho o beneficio de la humanidad.
* Lokaichanâ (Sánscrito).- Deseo de fama y nombradía.
* Lokajit (Sánscrito).- Literalmente: “que ha vencido al mundo”, esto es, las afecciones mundanas: un Buddha o un santo budista.
* Loka-Kalpa (Sánscrito).- Una edad o período del mundo.
* Lokakchaya (Sánscrito).- La destrucción del universo, el fin del mundo.
* Lokalochana (Sánscrito).- “El ojo del mundo”: el sol.
* Lokâloka (Sánscrito).- Literalmente: “Mundo y no mundo”. –Un fabuloso cinturón de montañas que limita el extremo de los siete mares, dividiendo el mundo visible de las regiones de las tinieblas. (Dowson: Hindu class, Dict.).
* Loka-mâtâ o Loka-mâtri (Sánscrito).- “Madre del mundo”. Epíteto de Lakchmî.
* Loka-mâyâ (Sánscrito).- Espacio: lo que contiene al mundo. (P. Hoult).
* Loka-nâtha (Sánscrito).- “Señor del mundo”. Epíteto de Buddha.
* Lokântaras (Sánscrito).- Término búdico que expresa los infiernos situados entre el mundo de aquí abajo y los mundos vecinos.
Loka-pâlas (Sánscrito).- Los defensores, regentes y guardianes del mundo [en nuestro Cosmos visible]. Las divinidades (dioses planetarios) que presiden los ocho puntos cardinales, y entre las que figuran los cuatro Maharâjas. [“… Soma, Agni, Sûrya, Anila, Indra, Kuvera, Varuna y Yama son los ocho [principales] guardiantes del mundo”. (Leyes de Manú, V, 96). A Soma corresponde el NE; a Agni, el SE; a Sûrya, el SO; a Anila o Vâyu, el NO; a Indra, el E; a Kuvera, el N; a Varuna, el O; y a Yama, el S. Cada una de estas divinidades tiene un elefante que forma parte en la defensa y protección de su punto respectivo, y estos ocho elefantes se designan igualmente con el nombre de Lokapâlas.]
* Loka-sangraha (Sánscrito).- Orden, gobierno o buena marcha del mundo; el bien o bienestar del mundo; el concierto de las cosas humanas; la masa de los hombres; el conjunto de las cosas que constituyen la vida mundana.
* Loka-tattva (Sánscrito).- Verdadero conocimiento del hombre (microcosmo). –(P. Hoult).
* Lokatraya (Sánscrito).- El triple mundo o los tres mundos: cielo o región superior (svarga); atmósfera, aire o región intermedia (antarikcha), y tierra (prithivî). Segun otra clasificación, los tres mundos son: cielo, tierra e infierno (o región inferior). –Véase: Trailokya o trilokya.
* Lokâyata (Sánscrito).- Ateísmo de las secta de los chârvâkas; ateo.
* Lokayâtika (Sánscrito).- Ateo.
* Loke.- Véase: Loki.
* Lokeza (loka-îza) (Sánscrito).- Literalmente: “Señor del mundo”: Brahmâ; un santo budista que ha vencido al mundo. –Véase: Lokajit.
* Lokezvara (loka-îzvara) (Sánscrito).- Señor del mundo.
* Loki (Escandinavo).- El Espíritu maligno escandinavo, exotéricamente. En la filosofía esotérica es un “poder antagónico”, sólo porque está en oposición con la armonía primordial. En el Edda, es padre del terrible lobo Fenris y de la serpiente Midgard. Por la sangre, es hermano de Odín, el dios bueno y valeroso, pero por naturaleza es su antagonista. Loki-Odín son simplemente dos en uno. Como Odín es, en cierto sentido, el calor vital, así Loki es símbolo de las pasiones producidas por la intensidad del mentado calor.
* Lokottara (loka-uttara) (Sánscrito).- Superior al mundo; que se sobrepone a lo común u ordinario; no usual; extraordinario. Este calificativo se aplica al sistema Râja-yoga.
* Lokottara-iddhî (Pâli).- Poder extraordinario, como el que adquieren los Arhats.
* Lola (Sánscrito).-Ansioso, deseoso, ávido, codicioso, inquieto, impresionable.
* Lolatva (Sánscrito).- Anhelo, afán, codicia, avidez, pasión; agitación, inquietud, impaciencia, volubilidad.
* Longevidad.- Numerosos monumentos egipcios nos muestran que el límite extremo de una vejez sana y vigorosa era, desde los tiempos de Moisés, la edad de ciento diez años. Este es el número de años invariablemente adoptado para el formulario de las inscripciones, cuando se trata de pedir a los dioses la gracia de una existencia dilatada y feliz. (Pierret, Dict. D’Archéol, egypt.). –Véase: Elixir de vida.
Longino, Dionysius Kassius.- Célebre crítico y filósofo, que nació a principios del siglo III (hacia el año 213). Era un gran viajero que asistió en Alejandría a las lecciones de Ammonio Saccas, fundador del neoplatonismo, pero era más bien un crítico que un partidario. Porfirio (el judío Malek o Malchus) fue discípulo suyo antes de serlo de Plotino. Dicen de él que era una biblioteca viviente y un museo ambulante. Hacia el término de su vida fue profesor de literatura griego de Zenobia, reina de Palmira, la cual pagó sus servicios acusándole ante el emperador Aurelio de haberla aconsejado rebelarse contra él, por cuyo delito Longino y varios otros fueron condenados a muerte por el emperador en el año 273. (Glosario de la Clave de la Teosof.).
* Lopt o Lopter (Escandinavo).- Otros tantos nombres de Loki.
Lorelei.- Imitación o copia alemana de la “Doncella del Lago” escandinava. Ondina es una de las denominaciones que se dan a estas jóvenes, conocidas en la Magia exotérica y en Ocultismo con el nombre de Elementales de agua.
Loto (Del griego lotós).- Planta de cualidades sumamente ocultas, sagrada de Egipto, en la India y en otras partes. Llámanla el “hijo del Universo que lleva en su seno la semejanza de su madre”. Hubo un tiempo “en que el mundo era un loto (padma) de oro”, dice la alegoría. Una gran variedad de estas plantas, desde el majestuoso loto de la India hsata el loto de los pantanos (trébol de pata de ave) y el Dioscoridis griego, se usa como alimento en Creta y otras islas. Es una especie de Nymphœa, introducida al principio de la India a Egipto, de donde no era indígena. Véase el texto del Simbolismo Arcaico en el Apéndice VIII del tomo I de la Doctrina Secreta: “El Loto, como símbolo universal”. [Los egipcios han visto en el loto un símbolo de renacimiento del sol y de la resurreción. Por este motivo lo colocan sobre la cabeza de Nowré-Toum, y Horus es representado saliendo del cáliz de esta flor. –Pierret, Dict. D’Archéol. Egypt.].
Loto (Señor del).- Véase: Señor del loto.
Lubara (Caldeo).- El dios de la pestilencia y de la enfermedad.
* Lubha (Sánscrito).- Codicioso, avaro, anheloso, ávido, ambicioso.
* Lucas, Pablo.- Viajero francés, que a principios del siglo XVIII recorrió el Oriente a expensas del rey. En Bursa encontró un derviche llamado Usbeek, con quien tuvo algunas pláticas acerca de la filosofía hermética. Escribió un curioso relato de su viaje por el Asia Menor, en que narra multitud de hechos prodigiosos de que fue testigo y que él mismo confiesa que difícilmente son creíbles.
Lucifer (Latín).- El planeta Venus considerado como la brillante “Estrella matutina”. Antes de Milton, nunca había sido Lucifer un nombre del Diablo. Todo lo contrario, puesto que en el Apocalipsis (SSII, 16) se le hace decir de sí mismo al Salvador cristiano: “Yo soy … la resplandesciente estrella de la mañana”, o Lucifer. Uno de los primeros Papas de Roma llevaba dicho nombre, y hasta había en el siglo IV una secta cristiana denominada de los Luciferianos. [Lucifer viene de Lucíferus, portador de luz, el que ilumina, y corresponde exactamente a la voz griega Phosphoros. La iglesia da ahora al Diablo el nombre de “tinieblas”, mientras que en el Libro de Job se le llama “Hijo de Dios”, la brillante Estrella matutina, Lucifer. Hay toda una filosofía de artificio dogmático en la razón de por qué el primer Arcángel, que surgió de las profundidades del Caos, fue llamado Lux (Lucifer), el luminoso “Hijo de la Mañana” o Aurora manvantárica. La Iglesia le ha transformado en Lucifer o Satán porque es anterior y superior a Jehovah, y tenía que ser sacrificado al nuevo dogma. (Doctrina Secreta, I, 99-100). –Lucifer es el portador de luz de nuestra Tierra, tanto en el sentido físico como en el místico. (Id., II, 36). En la antigüedad y en realidad, Lucifer, o Lucíferus, es el nombre de la Entidad angélica que preside a la Luz de la Verdad, lo mismo que a la luz del día. Lucifer es Luz divina y terrestre, el “Espíritu Santo” y “Satán” a un mismo tiempo. (Id., II, 539). –Está en nosotros; es nuestra Mente, nuestro Tentador y Redentor, el que nos libra y salva del puro animalismo. Sin este principio –emanación de la misma esencia del puro y divino principio Mahat (Inteligencia), que irradia de un modo directo de la Mente divina –con toda seguridad no seríamos superiores a los animales. (Id., II, 540). –Lucifer y el Verbo son uno solo en su aspecto dual. Equivale al Uzanas-Zukra de la India. –Véase: Chandra-vanza, Luz Astral, Satán, etc.].
* Luis de Neus.- Alquimista, natural de la Silesia. En el año 1483, hizo en la corte de Marburgo y en presencia de gran número de testigos, algunos experimentos con su tintura filosófica para transformar el plomo en oro puro. En vista del éxito feliz de tales operaciones, Juan Dornberg, ministro del landgrave Enrique III, le exigió que le revelara el secreto, y habiéndose el alquimista negado a sus pretensiones, fue encerrado en una cárcel, donde murió de hambre. Este y otros casos que podrían relatarse, muestran cuan atinadas y justas eran las reglas trazadas en el libro De Alchymia, atribuído a Alberto el Grande, y que deben servir de norma a los alquimistas para llegar a la grande obra. La primera de estas reglas es la siguiente: “El alquimista será discreto y callado; no revelará a nadie el resultado de sus operaciones”. Otra de dichas reglas dice así: “Evitará (el alquimista) tener relación alguna con los príncipes y señores”.
Lulio o Lull (Lully) Raimundo.- Alquimista, adepto y filósofo, nació en el siglo XIII, en la isla de Mallorca. Cuéntase de él que, en un momento de necesidad, hizo para el rey Eduardo III de Inglaterra varios millones de “rosas nobles” de oro, y ayudándole así a proseguir victoriosamente la guerra. Fundó varios colegios para el estudio de las lenguas orientales, y el cardenal Jiménez de Cisneros, uno de sus protectores, le tenía en gran estima, lo mismo que el Papa Juan XXI. Murió en 1314, a una edad muy avanzada. La literatura ha conservado muchas extravagantes historias acerca de Raimundo Lulio, que formarían una novela sumamente extraordinaria. Era el hijo mayor del Senescal de Mallorca, de quien heredó cuantiosos bienes. [Raimundo Lulio compuso varias obras de gran mérito, tales como Arbor scientiœ, Lógica nova, Ars Magna, vasto sistema de filosofía que resume los principios enciclopédicos de la ciencia de su tiempo, y clasifica de una manera ordenada todos los conocimientos humanos, formando ingeniosas combinaciones para lograr con ellas rápidos progresos en las ciencias. Es notabilísimo su “Libro de Amigo y Amado” (Libre d’amich é d’amat), verdadera obra mística y de ocultismo de buena ley, de la cual, para muestra, traducimos el pasaje siguiente: “Decía el Amigo al Amado [la Divinidad, Brahma]: Tú eres todo y existes en todo y con todo. A ti quiero darme todo, con tal que to te posea todo y tú me poseas todo. Respondió el Amado: Si tú me posees todo, ¿qué tendrán tu hijo, tu hermano y tu padre? Contestó el Amigo: Tú eres tan absolutamente todo que puedes hasta ser todo de cada uno que se dé todo a ti”. –Es verdaderamente triste –decía nuestro malogrado hermano D. Francisco de Montoliu- ver como se falsea el texto de la obra en la traducción castellana, añadiendo frases enteras que no se hallan en el texto lemosín, tan sólo para aplicarlo a la ortodoxia reinante. –En su obra De nova Logica, obra rarísima impresa en Valencia, en el año 1512, Lulio expone la evolución casi lo mismo que en las obras teosóficas, partiendo del mineral o piedra (Lapis) y pasando sucesivamente por la llama (Flamma), el vegetal (Planta), el bruto (Brutum), el hombre (Homo), el cielo (Celum, sic), el ángel (Angelus) y llegando a Dios (Deus), que está en el punto más elevado de la escala de evolución.]
Luna.- El satélite de la tierra ha figurado muchísimo como emblema en las religiones de la antigüedad, y lo más comúnmente se la ha representado como femenina, pero esto no es universal, puesto que en los mitos de los teutones y de los árboles, lo mismo que en el concepto de los râjputs de la India (véase: Tod., Hist.), y en la Tartaria, la luna era del género masculino. Los autores latinos hablan de Luna y también Lunus [masculino], pero con suma rareza. El nombre griego de Selene, y el hebreo de Lebanah y también Yarcah. En Egipto, la luna estaba asociada con Isis, en Fenicia con Astarté y en Babilonia con Ishtar. Desde ciertos puntos de vista, los antiguos consideraban la luna también como un ser andrógino. Los astrólogos asignan a la luna una influencia sobre diversas partes del hombre, segun los varios signos del Zodíaco que atraviesa, así como una influencia especial producida por la casa que ocupa en un horóscopo. La división del Zodíaco en las veintiocho mansiones de la luna parece ser más antigua que la división en doce signos. Los coptos, egipcios, árabes, persas e indos se servían de la división en veintiocho partes, hace ya algunos siglos, y los chinos se sirven de ella todavía. Los herméticos decían que la luna dio al hombre una forma astral, mientras que la Teosofía enseña que los Pitris lunares fueron los creadores de nuestro cuerpo humano y de los principios inferiores. (Véase: Doctr. Secr., I, 386, edic. antig. –W.W.W.). [La luna es por excelencia la Deidad de los cristianos, sin saberlo ellos mismos, por mediación de algunos judíos mosaicos y cabalistas. Para algunos antiguos Padres de la Iglesia, tales como Orígenes y Clemente de Alejandría, la luna era el símbolo viviente de Jehovah: el dador de vida y de muerte, el que dispone de la existencia (en nuestro mundo). El cristianismo es una religión enteramente basada en el culto solar y lunar. (Doctr. Secr., I, 415, etc.). La luna es la Diva triformis, el Tres en Uno: Luna en el cielo, Diana en la tierra, y Hécate en el infierno. Las influencias de la luna son de orden psicofisiológico. Es un astro muerto que exhala emanaciones nocivas como un cadáver; vampiriza la tierra y a sus habitantes, de manera que si uno se duerme bajo sus rayos (a menos de estar protegido por un vestido blanco), experimenta sus malos efectos, perdiendo algo de fuerza vital. Bajo su influencia las plantas adquieren cualidades maléficas, y las que son venenosas tienen mayor actividad cuando se las coge bajo los rayos lunares. Tal influencia varía, sin embargo, segun las fases del astro nocturno. Así leemos en el Zend-Avesta que la luna calienta, da ánimo y comunica paz; cuando está en el novilunio y plenilunio favorece el crecimiento, el desarrollo y la vegetación, y tiene generalmente una influencia bienhechora y saludable. –Esotéricamente, la luna es símbolo del Manas inferior, y también lo es de la Luz Astral (Doctr. Secr., III, 562)].
* Lunares, dioses.- Véase: Dioses lunares.
* Lunares, pitris.- Véase: Pitris.
* Lundî y Lundikâ (Sánscrito).- Observaciones de los deberes de un príncipe; justicia en las acciones, juicios y sentencias.
Lupercales (Lupercalia, en latín).- Véase: Fiestas lupercales.
* Lupta (Sánscrito).- Privado, perdido, suprimido.
* Lupta-pinda (Sánscrito).- Privado de la torta que se ofrece a los antepasados en la ceremonia religiosa llamada zrâddha. (Véase esta palabra).
* Lustración.- Ceremonia religiosa que practicaban los griegos y los romanos para purificar las ciudades, los campos, rebaños, casas, etc., así como los niños recién nacidos y las personas manchadas por un crimen o inficionadas por un objeto impuro. Tales prácticas se hacían ordinariamente por medio de aspersiones, procesiones y sacrificios expiatorios. Las lustraciones propiamente dichas se practicaban por medio del fuego, del azufre quemado, de las fumigaciones de laurel, sabina, enebro, olivo y otras plantas, de la aireación o del agua lustral (agua purificada con un tizón ardiente sacado del fuego del sacrificio, y que se empleaba en forma de aspersiones, como se hace con el agua bendita). La lustración de los niños era una ceremonia análoga a la del bautismo propio de los países cristianos, puesto que en ella el tierno ser recibía su nombre y era purificado con una aspersión de agua lustral. Practicábase en el día llamado lustral, que para los niños era generalmente el noveno después del nacimiento, y para las niñas el octavo, terminando la ceremonia con un festín y grandes regocijos.
Luxor (Ocultismo).- Palabra compuesta de lux (luz) y aur (fuego), viniendo así a significar la “Luz del Fuego (divino)”. La Fraternidad de Luxor era cierta asociación de místicos. Mucho mejor hubiera sido que no se hubiese divulgado nunca su nombre, porque fue causa de que un gran número de personas de buena fe quedasen engañadas y aligeradas de dinero por cierta espuria sociedad mística de especuladores, nacida en Europa, sólo para ser descubiertos y huir a América. El nombre en cuestión deriva del antiguo Lookshur en Beluchistán, situado entre Bela y Kedjee. Dicha orden es muy antigua y la más secreta de todas. Inútil es repetir que sus miembros rechazaban toda relación con la “H. B. de L.” y los tutti quanti de místicos mercantiles, sean de Glasgow o de Boston.
* Luz.- La conexión entre la luz y la entonación (svara) de los Vedas es uno de los más profundos secretos del esoterismo. (T. Subba Row). –La luz es la mansión de Ormuzd, segun los parsis; para apagar una luz, éstos hacen aire con la mano o un abanico, y si se trata de una candela, cortan el cabo encendido a cosa de unas tres o cuatro líneas por debajo del pabilo, lo llevan a su hogar y dejan que se consuma cerca del fuego. (Zend-Avesta, II, pág. 567).
Luz Astral (Ocultismo).- La región invisible que rodea nuestro globo, como rodea a todos los demás, y corresponde, como segundo “principio” del Kosmos (siendo el tercero la Vida, de la cual es vehículo), al Linga-zarîra o Doble astral del hombre. Es una Esencia sutil, visible sólo para un ojo clarividente, y el más inferior, excepto uno (la tierra), de los siete Principios âkâzicos o kósmicos. Eliphas Levi la denomina la Gran Serpiente y el Dragón del cual irradia sobre la humanidad toda mala influencia. Así es; pero ¿por qué no añade que la Luz Astral no emite nada más que lo que ha recibido; que es el gran crisol terrestre en el cual las malas emanaciones de la tierra (morales y físicas) de que se nutre la Luz Astral, se han convertido todas ellas en su esencia más sutil y las devuelve intensificadas, convirtiéndose de este modo en causa de epidemias morales, psíquicas y físicas? Por último, la Luz Astral es lo mismo que la Luz sideral de Paracelso y otros filósofos herméticos. Físicamente, es el éter de la ciencia moderna. Metafísicamente, y en su sentido espiritual y oculto, el éter es mucho más de lo que se suele imaginar. En física oculta y en la alquimia está bien demostrado que encierra dentro de sus ondas sin playa no sólo la “promesa y potencia de cada cualidad de vida” de Tyndall, sino también la realización de la potencia de cada cualidad de espíritu. Los alquimistas y herméticos creen que su éter astral, o sideral, además de las superiores cualidad del azufre y la magnesia blanca y roja, o magnes, es el Anima mundi, el taller de la Naturaleza y de todo el Kosmos, espiritualmente lo mismo que físicamente. El “Gran Magisterio” se sostiene a sí propio en el fenómeno del mesmerismo, en la “levitación” del cuerpo humano y de objetos inertes, y puede llamarse éter bajo su aspecto espiritual. El hombre astral es antiguo y fue empleado por algunos de los neoplatónicos, si bien pretenden algunos que dicha palabra la inventaron los martinistas. Porfirio describe el cuerpo celeste, que va siempre unido con el alma, como “inmortal, luminoso y radiante como un astro”. La raíz de dicha palabra puede encontrarse, quizás, en el Aist-aer escítico, que significa astro, o en el Istar asirio, que, segun Burnouf, tiene igual sentido”. (Isis sin velo).- [La Luz Astral es lo mismo que el Arqueo (Achœus). Un elemento universal viviente y etéreo, más etéreo y más altamente organizado que el Âkâza; el primero es universal, mientras que el segundo es solamente cósmico, esto es, perteneciente a nuestro sistema solar. Es a la vez un elemento y un poder, que contiene el carácter de todas las cosas. Es el archivo de la memoria del gran mundo, el Macrocosmo, cuyo contenido puede incorporarse y reencarnarse en formas objetivas; es el archivo de la memoria del pequeño mundo, el Microcosmo, o sea el hombre, por cual archivo puede recordar sucesos pasados. Existe uniformemente en todos los espacios interplanetarios. Sin embargo, la Luz Astral es más densa y más activa alrededor de ciertos objetos, a causa de su actividad molecular, especialmente en derredor del cerebro y de la médula espinal de los seres humanos, que están rodeados de ella como si fuera un aura luminosa. Por medio de esta aura, que rodea las células nerviosas y los tubos nerviosos, puede el hombre recoger impresiones hechas en el aura astral del Cosmos y “leer en la Luz Astral”. Constituye el medio para la transmisión del pensamiento, y sin este medio ningun pensamiento podría ser transmitido a distancia. Puede verla el clarividente, y como cada persona tiene un aura astral propia, los que están dotados de dicha facultad pueden leer el carácter de una persona en su Luz Astral. En el caso de un niño que no ha engendrado todavía ninguna cualidad característica especial, esta aura emanante es blanca como la leche, pero en el adulto hay siempre sobre este color fundamental otros, como el azul, verde, amarillo, rojo, rojo-obscuto y aun negro. Todo nervio vivo tiene su aura astral; todo mineral, vegetal o animal, y toda cosa dotada de vida, y el cuerpo glorificado del espíritu resplandece con su luz. (F. Hartmann). –La Luz Astral es en algunos casos sinónima de Âkâza. Así, leemos en la Doctrina Secreta (II, 538): “El Âkâza, la Luz Astral, puede definirse en breves palabras: es el Alma universal, la matriz del universo, el Mysterium Magnum del cual todo cuanto existe ha nacido por separación o diferenciación. Es la causa de existencia; llena todo el espacio infinito, es el mismo Espacio, en cierto sentido, o sus principios sexto y séptimo a la vez. Pero como lo finito en lo Infinito, en lo concerniente a la manifestación, esta Luz ha de tener su lado tenebroso. Y como lo Infinito jamás puede manifestarse, por esta razón el mundo finito tiene que contentarse con la sombra solar, que sus acciones extienden sobre la humanidad y que los hombres atraen y ponen forzosamente en actividad. Así es que, al paso que la Luz Astral es la Causa universal en su inmanifestada unidad e infinitud, viene a ser, con respecto a la humanidad, simplemente los efectos de las causas producidas por los hombres en sus vidas pecadoras. No son sus resplandescientes moradores –ya se llamen Espíritu de Luz o de Tinieblas- los que producen el Bien o el Mal, sino que la humanidad misma es la que determina la inevitable acción y reacción en el Gran Agente mágico… Así, para el profano, la Luz Astral puede ser Dios y Diablo a la vez: Dœmon est Deus inversus, es decir, a través de cada punto del Espacio infinito vibran las corrientes magnéticas y eléctricas de la Naturaleza animada, las ondas que dan vida y dan muerte, pues la muerte en la tierra viene a ser vida en otro plano. (Doctr. Secr., II, 538-559). Véase: Âkâza, Eter, etc.]
* Luz, Hermanos de la.- Véase: Hermanos de la Luz.
* Luz del Logos.- La Luz primordial; Fohat (Véase: Fohat). También se aplica el calificativo de “creadora y generatriz Luz del Logos” a diversas divinidades, Horus, Brahmâ, Ahura Mazda, etc., como primitivas manifestaciones del Principio siempre inmanifestado, ya se llame Ain-Suph, Parabrahman o Zeruâna Akerne. Kâla, o Tiempo infinito. (Doctr. Secr., II, 244).
* Luz lunar.- Leemos en el Bhagavad-Gîtâ (VIII, 25): “Humo, noche, la quincena en que mengua la luna y los seis meses en que el sol está en el sur; entonces el yoguî alcanza solamente la luz lunar, para nacer de nuevo entre los mortales”. Mohini M. Chatterji opina que esta “luz lunar” significa ciertas mansiones de felicidad, en donde permanece el alma hasta el momento en que ha de volver a la tierra. En sentir de Râmânuja, hace referencia al Pitri-loka, o reino de los Manes. Mrs. Annie Besant relaciona dicha luz con el cuerpo lunar o astral (Linga-zarîra). Hasta que es destruído este cuerpo sutil, el alma está sujeta al renacimiento. Thomson opina que este pasaje puede hacer referencia al Soma-loka, o mundo lunar, inferior al de Brahmâ, si bien se inclina a creer que más bien se trata del Deva-loka, o mundo de las divinidades inferiores, fundándose en el texto de Manú, que en su libro IV, 182, sustituye al Soma-loka con el Deva-loka.
Luz primordial.- En Ocultismo, es la luz que nace en y a través de las preternaturales tinieblas del Caos, que contiene “el todo en todo”, los siete rayos que más tarde pasan a ser los siete Principios de la Naturaleza. [Véase: Fohat.]
* Luz sideral.- Nombre que Paracelso y otros filósofos herméticos han dado a la Luz Astral.