O.- Décimoquinta letra y cuarta vocal en el alfabeto inglés. No tiene equivalencia en hebreo, cuyo alfabeto, con una sola excepción, carece de vocales. Como número, entre los antiguos, significaba 11, y con un trazo horizontal sobre la letra, 11.000. Entre otros pueblos antiguos también, era una letra muy sagrada. En la escritura devanâgarî, o de los dioses, su significación es varia, pero nos falta espacio para poner ejemplos. [En el alfabeto sánscrito, la O es la décimotercera vocal, que figura entre las compuestas, dobles o diptongos, equivalente a A-U. Así, OM es lo mismo que AUM; Kâranopâdhi vale como Kârana-upâdhi, etc. Como vocal larga que es, Burnouf la escribe siempre Ô. –Véase: E.
Oannes [u Oes] (Griego).- Musarus Oannes, el Annedoto, conocido en las “leyendas” caldeas transmitidas por Beroso y otros escritores antiguos con el nombre de Dag o Dagón, el “hombre-pez”. Oannes se presentó a los primitivos babilonios como reformador e instructor. Al surgir el mar Eritreo, aportó a ellos la civilización, las letras y las ciencias, las leyes, la astronomía y la religión, y les enseñó la agricultura, la geometría y las artes en general. Hubo Annedotos que llegaron después de él, en número de cinco (nótese que nuestra raza es la quinta), “todos ellos como Oannes en lo que concierne a la forma y que enseñaban lo mismo”, pero Musarus Oannes fue el primero que apareció, ocurriendo esto durante el reinado de Ammenón, tercero de los diez reyes antediluvianos cuya dinastía terminó con Xisuthrus, el Noé caldeo. (Véase Xisuthrus). –Oannes era un “animal dotado de razón … y cuyo cuerpo era el de un pez, pero que tenía una cabeza humana debajo de la del pez, con pies también debajo, parecidos a los del hombre, junto a la cola del pez, y cuya voz y lenguaje también eran articulados y humanos”. (Polyhistor y Apolodoro). Esto suministra la clave a la alegoría. Designa a Oannes como un hombre y un “sacerdote”, un Iniciado. Layard demostró, hace mucho tiempo (véase Nineveh), que la “cabeza de pez” era simplemente una toca o adorno de la cabeza, la mitra que llevan los sacerdotes y los dioses, hecha en figura de cabeza de pez, y que en una forma muy poco modificada vemos aun hoy día en la cabeza de los grandes lamas y de los obispos de la Iglesia romana. Osiris llevaba una mitra parecida. La cola del pez es simplemente la cola de un largo manto estirado, tal como está pintado en algunas tablas asirias; cuya forma vemos reproducida en la áurea vestidura sacerdotal que usa el moderno clero griego durante las ceremonias religiosas. Esta alegoría de Oannes, el Annedoto, nos recuerda al “Dragón” y a los “Reyes-Serpientes”; los Nâgas que en las leyendas búdicas instruyen al pueblo en la sabiduría junto a los lagos y ríos, y acaban por convertirse a la buena Ley y llegar a ser Arhats. El significado de esto es claro. El “pez” es un símbolo antiguo y muy sugestivo en el lenguaje del Misterio, como lo es también el “agua”. Ea o Hea era el dios del mar y de la Sabiduría, y la serpiente del mar era uno de sus emblemas, puesto que sus sacerdotes eran “Serpientes” o Iniciados. De ahí por qué el ocultismo incluye a Oannes y a los demás Annedotos en el grupo de aquellos antiguos “adeptos” que eran llamados “dragones de agua” o “marinos”, esto es, Nâgas. El agua representaba su origen humano (puesto que es un símbolo de la tierra y de la materia y también de purificación), opuestamente a los “Nâgas del fuego”, esto es, los Seres inmateriales, espirituales, bien sean Boddhisattvas celestes o Dhyânis planetarios, considerados asimismo como instructores de la humanidad. La significación secreta resulta clara para el ocultista una vez se le indica que “este ser (Oannes)” acostumbraba pasar el día entre los hombres, enseñando; y al llegar el sol a su ocaso, retirábase de nuevo al mar, pasando la noche en el fondo de las aguas “porque era anfibio”, esto es, pertenecía a los dos planos: el espiritual y el físico; puesto que la voz griega amphibios (de amphi, en ambas partes, y bios, vida), significa simplemente “vida en dos planos”. Esta palabra se aplicaba a menudo, en la antigüedad, a aquellos hombres que si bien presentaban siempre una forma humana, se habían hecho casi divinos por su saber, y vivían tanto en la tierra como en las supersensibles regiones espirituales. Oannes se halla confusamente reflejado en Jonás y hasta en Juan el Precursor, uno y otro relacionados con el Pez y el Agua. [Véase: Dag o Dagón y Annedoto.]
Ob (Hebreo).- La Luz astral –o mejor dicho, sus malas corrientes dañinas- la personificaron los judíos como un Espíritu, el Espíritu de Ob. Entre ellos, todos los que trataban con espíritus y se ocupaban con la necromancia, se decía que estaban poseídos del Epíritu de Ob. [Ob es el mensajero de la muerte utilizado por los hechiceros, el funesto fluído maligno. (Doctr. Secr., I, 105).]
Obeah.- Hechiceros y hechiceras del Africa y de las Indias occidentales. Secta de magos negros, encantadores de serpientes; brujos, hechiceros, etc.
* Obeliscos.- Pilares de piedra muy altos, de cuatro caras iguales, y terminados por una punta piramidal achatada. Estos monolitos estaban muy en uso entre los antiguos egipcios y se hallaban cubiertos de inscripciones jeroglíficas, algunas de las cuales ocultaban importantes secretos y representaban los misterios de la religión egipcia. Cuando Cambises, rey de los persas, se hizo dueño de Egipto, exigió a los sacerdotes que le descubrieran el significado de dichas inscripciones, y habiéndose ellos negado a obedecerle les hizo dar muerte y destruyó todos los obeliscos que pudo encontrar. Estos monumentos estaban relacionados con el culto del sol, y por este motivo los sacerdotes los denominaban dedos de este astro. Los obeliscos han sido venerados como símbolo del dios itifálico Ammón, el procreador. (Véase: Pierret, Dict. D’ Arch Egypt.) [Los cuatro lados del obelisco representaban los cuatro puntos cardinales y sus regentes respectivos (los cuatro Mahârajahs, en sánscrito). –(Doctrina Secreta, I, 150-151).]
* Obelo.- Marca o señal empleada en los antiguos manuscritos para señalar pasajes dudosos, especialmente en los “Setenta”, para indicar pasajes que no figuran en el texto hebreo.
* Objetivo.- Lo referente a los objetos reales, exteriores; lo que podemos observar fuera de nosotros por medio de nuestros sentidos; opuestamente a lo subjetivo, o sea lo que se refiere a nuestro interior, a nuestro modo especial de sentir o de pensar. (Véase: Subjetivo).
* Objetos de la Sociedad Teosófica.- Son los tres siguientes:
- Formar un núcleo de Fraternidad universal de la humanidad, sin distinción de raza, creencia, sexo, casta o color.
- Fomentar el estudio comparativo de las religiones, literaturas y ciencias de los arios y de otros pueblos orientales.
- Investigar las leyes inexplicadas de la naturaleza y los poderes psíquicos latentes en el hombre. (Sólo una parte de los miembros de la Sociedad se dedica a este objeto).
La adhesión al primero de estos objetos es indispensable requisito para cualquiera que desee ingresar a la Sociedad Teosófica. A ninguno de los aspirantes se les pregunta acerca de sus opiniones religiosas ni políticas; pero, en cambio, se exige a todos, antes de su admisión, la formal promesa de respetar las creencias de los demás miembros.
* Obscuración.- Período más o menos prolongado de reposo o inercia, en que desaparece la vida activa de un globo de la cadena planetaria. Es una especie de pralaya (pralaya cíclico), durante el cual la Naturaleza, esto es, todas las cosas visibles e invisibles de un planeta en reposo, permanece en una condición estacionaria. La Naturaleza reposa y duerme; suspéndese en el globo toda obra de destrucción, así como todo trabajo activo; todas las formas, lo mismo que sus tipos astrales, permanecen como estaban en el postrer momento de su actividad. (Doctr. Secr., II, 697). Dicho término se aplica igualmente a los períodos de obscuración del Espíritu, en los cuales éste se hunde en los abismos de la materialidad, así como a los períodos de obscurecimiento de la Materia, en los que el Espíritu asciende glorioso a los reinos de la espiritualidad mental. (Id., tomo I, página 198).
* Obscuridad o Tinieblas.- «Las Tinieblas son Padre-Madre, y la Luz es su Hijo», dice un antiguo proverbio oriental. La luz es inconcebible, a no ser que se la considere como procedente de un origen que sea causa de ella; y como quiera que tratándose de la Luz primordial dicho origen es desconocido, por más que lo reclamen imperiosamente la razón y la lógica, por esto lo denominamos «Tinieblas», desde un punto de vista intelectual. Las Tinieblas son, pues, la eterna matriz en donde aparecen y desaparecen los orígenes de la Luz. En nuestro plano, nada se añade a las tinieblas para hacer de ellas la luz, ni a la luz para hacer de ellas las tinieblas. Luz y tinieblas son dos cosas permutables entre sí, y, científicamente, la luz no es más que un modo de ser de las tinieblas, y viceversa. Sin embargo, ambas cosas son fenómenos, de un mismo nóumeno, que es la Obscuridad absoluta, para la inteligencia científica. (Doctr. Secr., I, 72). -Siendo la ausencia de las Tinieblas Luz absoluta, aquellas son consideradas como la apropiada representación alegórica de la condición del universo durante el pralaya. Segun las doctrinas rosacruces, «la Luz y las Tinieblas son idénticas entre sí, siendo sólo diferenciables en la mente humana», y en concepto de Robert Fludd, «las Tinieblas adoptaron la iluminación a fin de hacerse visibles». (Id., I, 98-99). Como expresa el Génesis, la Luz fue creada de las Tinieblas, «y las Tinieblas estaban sobre la haz del abismo». La Luz absoluta es Obscuridad absoluta, y viceversa; en realidad, no hay ni luz ni tinieblas en los reinos de la Verdad. Ni una ni otra existen per se, puesto que cada una de ellas tiene que ser engendrada y creada de la otra para venir a la existencia. (Id., II, 100).
* Obsecraciones.- Preces y sacrificios que, por orden del Senado, se celebraban en Roma en tiempos calamitosos.
* Obsesión.- Se da este nombre al apoderamiento del ánimo de una pesona por un «espíritu», generalmente malo, que obra e influye sobre ella de un modo pertinaz, y a veces irresistible, como un agente externo, esto es, sin entrar en su cuerpo; opuestamente a la posesión en que dicho «espíritu» obra sobre la persona como agente interno y unido a ella. (Véase: Posesión).
* Obstinación.- Divinidad mitológica que pasaba por ser hija de la Noche. Se la representaba en figura de una mujer que tiene en la frente un clavo remachado en la parte posterior de la cabeza, lleva en la mano un brasero encendido y está apoyada sobre la cabeza de un asno. También se la ve representada por una figura con orejas de borrico y que tiene la mano puesta delante de los ojos para no ver la luz, y va vestida de negro, color que no refleja la luz.
* Oca.- La caza de las ocas es una representación simbólica y mística frecuente en los templos egipcios y mencionada en el Libro de los Muertos. Una de las ceremonias de la gran fiesta en honor de Ammón consistía en dar suelta a cuatro ocas, que llevaban respectivamente el nombre de los cuatro genios funerarios, y que en su vuelo habían de dirigirse hacia los cuatro puntos cardinales. (Pierret, Dict. D’Arch. Egypt.).
* Ocasión.- Divinidad alegórica que presidía al momento más favorable para tener buen éxito en alguna empresa. Los griegos habían hecho de ella un dios llamado Kairos. -Véase: Cruz.
* Océano de Sabiduría.- Nombre dado a cierto reino de la tierra, un mar interior. En épocas remotísimas había en él doce centros, en forma de pequeñas islas, que representaban los doce signos del Zodíaco -dos de los cuales permanecieron por espacio de siglos como «signos misteriosos»- y que constituían las moradas de los doce hierofantes y maestros de sabiduría. Dicho Océano siguió existiendo durante siglos en la región en que actualmente se extiende el Desierto de Gobi. (Véase: Doctr. Secr., II, 528).
* Octava esfera.- Poquísimo es lo que se ha revelado acerca de esta misteriosa esfera, que debe seguir siendo un recóndito arcano en obras tales como la Doctrina Secreta, a pesar de la algo aventurada afirmación de Sinnet, de que «no ha quedado ahora mucho misterio en el engima de la octava esfera». Y aun hay que poner en tela de juicio algunas de las aserciones que se han hecho referentes a este punto en ciertas obras, como el Buddhismo Esotérico. Las personalidades que, por sus continuadas malas obras, se desvían constantemente del camino de la recta evolución, pueden verse separadas del Origen de su ser y pasar a una región conocida con el nombre de «Octava esfera», para ser allí desintegradas y resueltas en sus elementos cósmicos. (P. Hoult). -Véase: Naraka.
Ocultas, ciencias.- Véase: Ciencias ocultas.
* Ocultismo.- Es la ciencia que estudia los misterios de la Naturaleza y el desarrollo de los poderes psíquicos latentes en el hombre. Esta ciencia versa sobre las cosas que están fuera de la percepción de los sentidos, y especialmente sobre los hechos que no pueden explicarse por las leyes de la Naturaleza universalmente conocidas, pero cuyas causas son todavía un misterio para aquellos que no han penetrado de un modo bastante profundo en los arcanos de la Naturaleza para comprenderlos debidamente. Lo que puede ser oculto para una persona, puede ser perfectamente comprensible para otra. Cuanto más se desarrollan la espiritualidad y la inteligencia del hombre, más se libra éste de las atracciones de los sentidos; cuanto más se acrecienta y se ensancha su poder de percepción, menos oculto le parece el proceder de la Naturaleza. Lo oculto es de hecho lo que está fuera del poder de los sentidos externos para percibirlo, pero que es perfectamente perceptible y comprensible para la inteligencia interior espiritual, después de haberse desarrollado y hecho activos los sentidos internos del hombre. (F. Hartmann). Las ciencias ocultas no son las ciencias imaginarias que nos describen las enciclopedias; son ciencias reales, verdaderas y muy peligrosas en manos del que no hace de ellas el uso debido. Enseñan las fuerzas e influencias secretas de las cosas de la Naturaleza, desarrollando los poderes ocultos latentes en el hombre, gracias a lo cual dan a éste enormes ventajas sobre los mortales más ignorantes. El ocultismo se ocupa en el estudio de los mundos superfísicos, que, como tales, escapan a la observación de nuestros sentidos ordinarios. Revela al iniciado la Naturaleza tal como es en realidad, y no tal como se la suele juzgar por las apariencias; estudia no solamente los fenómenos físicos cuyo origen nos es desconocido, sino también aquellos que escapan a nuestros sentidos físicos, pero que pueden ser comprendidos e interpretados debidamente por nuestro sentido íntimo. Por fin, considera la vida que se manifiesta a través de las formas mientras que la ciencia física considera tan sólo la apariencia exterior. (Ext. et Abrégé d’un Gloss. Théos.) El método de estudio del Ocultismo difiere por completo de los demás, pues para ello es menester observar determinadas reglas de vida y disciplina mental. No hay que confundir el Ocultismo con la Teosofía. Puede un hombre ser muy buen teósofo sin ser ocultista en modo alguno; pero nadie puede ser un verdadero ocultista sin ser un teósofo en toda la extensión de la palabra; de otra suerte, no es más que un mago negro, consciente o incosciente. Puesto que si el ocultista, en vez de poner en práctica el ideal moral más elevado trabajando con la mayor abnegación en favor de la humanidad, no obra sino movido por interés personal y fines egoístas, llega a convertirse en un enemigo del mundo y de las personas que le rodean, mucho más temible, por sus poderes, que un simple mortal. El ocultista practica la Teosofía científica basada en el conocimiento exacto de las operaciones secretas de la Naturaleza, mientras que el teósofo que ponga en práctica los poderes llamados anormales sin la luz del Ocultismo, tenderá simplemente hacia una peligrosa forma de mediumnidad, porque obra a obscuras apoyado en una fe sincera, pero ciega. Cualquiera que intente cultivar alguna de las ramas de la ciencia oculta sin el conocimiento de la razón filosófica de los referidos poderes, es lo mismo que una nave sin timón en medio de un mar tempestuoso. (Clave de la Teosofía, 25-27). -Véase: Ciencias ocultas y Ocultista.
Ocultista.- El que estudia las diversas ramas de la ciencia oculta. Este término es empleado por los cabalistas franceses. (Véanse las obras de Eliphas Lévi). El ocultismo abarca todo el campo de los fenómenos psicológicos, fisiológicos, cósmicos, físicos y espirituales. La palabra ocultismo deriva de la voz latina occultus, oculto o secreto, y por lo tanto, se aplica al estudio de la cábala, astrología, alquimia y todas las ciencias arcanas en general. -[El Glosario de la Clave de la Teosofía define al ocultista en los siguientes términos: Aquel que practica el Ocultismo; un adepto en las ciencias secretas. Pero este nombre se aplica con frecuencia a un simple estudiante de dichas ciencias.]
* Ocultistas blancos y negros.- Se los demina también: ocultista de la mano derecha y de la mano izquierda, respectivamente. Los que se dedican por completo y de una manera desinteresada a cumplir la voluntad divina, o que se esfuerzan en adquirir estas virtudes, son llamados «blancos»; los que son egoístas y obran contra el designio divino en el universo, son denominados «negros». La abnegación expansiva, el amor y la devoción son las cualidades que caracterizan a los primeros; el egoísmo concentrado, el odio y la insolente arrogancia son las señales distintivas de los segundos. Entre los unos y los otros hay una clase cuyos móviles son mixtos, y que han recibido la denominación de «grises». [Véase: A. Besant, Sabid. Antigua, página 92.]
* Ocultistas de la mano derecha y de la mano izquierda.- Véase: Ocultistas blancos y negros.
* Ocha (Sánscrito).- Quema, combustión.
* Ochadhi (Sánscrito).- Hierba, planta, vegetal.
* Ochadhîpati (Sánscrito).- Literalmente: «Señor de las plantas». El médico, y principalmente la luna, por la acción reguladora que ejerce sobre la vegetación.
Ochadhi-prastha (Oshadhi-Prastha) (Sánscrito).- Literalmente: «Meseta o lugar de hierbas medicinales». Una misteriosa ciudad de los Himâlayas, mencionada ya desde el período védico. Cuenta la tradición que en otro tiempo vivían allí sabios, grandes adeptos en el arte de curar, los cuales empleaban únicamente hierbas y otras plantas, como hacían los antiguos caldeos. De dicha ciudad se hace mención en el Kumâra Sambhava (o «Nacimiento del dios de la guerra») de Kâlidâsa.
* Ochêma (Griego).- Vehículo. Con este nombre la filosofía platónica designaba el cuerpo físico.
Od (Griego).- De odos, paso, tránsito; el paso de aquella fuerza que es desarrollada por varias fuerzas menores o por agentes tales como los imanes, una acción química o vital, el calor, la luz, etc. Se la denomina también fuerza «ódica» u «odílica». Reichenbach y sus discípulos la consideraban como una fuerza entitativa independiente (como lo es sin duda), que existe en la Naturaleza y se halla almacenada en el hombre. -[En concepto de Eliphas Lévi, «el Od, Ob o Aour es un agente único universal de todas las formas y de la vida, activo y pasivo, positivo y negativo, y es la primera Luz de la creación». Pero hay que hacer una distinción entre los tres términos mencionados: Od es la pura Luz dadora de vida, o sea el fluído magnético; Ob es el mensajero de la muerte utilizado por los hechiceros, el mal fluído funesto; Aour es la síntesis de ambos, propiamente llamada Luz astral. ¿Pueden decir los filólogos por qué Od, término empleado por Reichenbach para designar el fluído vital, es también una palabra tibetana que significa luz, brillo, esplendor? Asimismo significa «cielo», en un sentido oculto. (Doctr. Secr., I, 105).]
* Od (Escandinavo).- Nombre del esposo de Freya.
Odacon.- El primer Annedoto o Dagón (véase Oannes), que apareció durante el reinado de Euedoresco [o Aerodach], procedente de Pentebiblon, también «del Mar Eritreo, como el primero, teniendo la misma forma mixta entre un pez y un hombre» (Apolodoro, Cory, pág. 30).]
* Odé (Zendo).- Dev o genio maligno que distrae a los hombres durante sus oraciones. (Zend-Avesta).
Odem o Adm (Hebreo).- Una piedra (cordalina) del racional del sumo sacerdote hebreo. Es de color rojo y está dotada de gran virtud medicinal.
* Odico.- Magnético. -Véase: Od.
Odín (Escandinavo).- El dios de las batallas, el antiguo Sabbaoth germano; lo mismo que el Wodan [o Wotan] escandinavo. Es el gran héroe del Edda, y uno de los creadores del hombre. La antigüedad romana le consideraba idéntico a Hermes o Mercurio (Budha) y el orientalismo moderno (Sir W. Jones) le confundía, de consiguiente, con Buddha. En el Panteón de los antiguos escandinavos es el «padre de los dioses» y de la divina Sabiduría creadora. Odín, o Wodan, al crear al primer hombre de árboles –Ask (fresno) y Emblo [aliso]-, le dotó de vida y alma; Honir le dotó de intelecto, y Lodur, de forma y color. [Es el dios principal de la mitología escandinava. El nombre Odín podría ser el mismo de Dios, que con tanta alteración se halla en lsa diversas lenguas, sobre todo si se descompone en O’din, el Dios. (Véase: Los Eddas, traducción de D. A. de los Ríos). Se le ha considerado asimismo como el Marte escandinavo, porque es el dios de las batallas, y adopta por hijos suyos a todos los guerreros que mueren con las armas en la mano. También se le ha denominado «Dios de los cuervos», porque sobre sus hombros se hallan siempre posadas dos aves de esta especie, que le dicen al oído todo cuanto han averiguado de nuevo. Uno de ellos se llama Hugin (entendimiento), y el otro Munnin (memoria). Odín los suelta todos los días, y después de haber recorrido el mundo, vuelven al anochecer.]
* Odinsdag (Escandinavo).- Literalmente «día de Odín». El miércoles, día consagrado a dicho dios.
* Odrærer u Odreyer (Escandinavo).- Un cubo en donde se echó la sangre de Qvaser, que es la poesía.
Odur (Escandinavo).- El esposo humano de la diosa Freya, un descendiente de estirpe divina, en la mitología del norte.
Oeaihu o Oeaihwu.- La manera de pronunciar esta palabra depende del acento. Este es un término esotérico aplicado a los seis en uno del místico siete. El nombre oculto para designar la siempre presente manifestación del Principio universal «de siete vocales».
* Oeaohu (u Oeaohoo).- Es el Uno; el primer Logos inmanifestado; el Padre-Madre de los dioses, el «Seis en Uno», o la Raíz septenaria, de la cual todo procede. Todo depende del acento dado a estas siete vocales, que pueden pronunciarse como una, tres y hasta siete sílabas, añadiendo una e después de la o final. Este místico nombre es revelado porque, sin un completo dominio de su triple pronunciación, permanece siempre ineficaz. Se dice que es «Uno» refiriéndose a la no-separación de todo cuanto vive y tiene su ser, sea en estado activo, o sea en el pasivo. En cierto sentido, Oeaohoo es la Raíz sin raíz de Todo, y por lo tanto, es uno con Parabrahman; en otro sentido, es el nombre que se da a la Vida Una manifestada, la eterna Unidad viviente. La «Raíz» significa el eterno Sat, la perenne Realidad incondicionada, llámese Parabrahman o llámese Mûlaprakriti, porque ambos son los dos símbolos del Uno. «Contempla… la refulgente Gloria sin par, el Espacio luminoso, hijo del obscuro Espacio, que surge de las profundidades de las grandes Aguas negras. Es el Oeaohoo, el más joven (la «Nueva Vida»), el * * * (a quien tú conoces como Kwan-Shai-Yin). Brilla como el sol, es el resplandesciente Dragón divino de Sabiduría (el Logos, el Verbo del Pensamiento divino). En sí mismo contiene las siete Huestes creadoras (Sephiroth), y así es la esencia de la Sabiduría manifestada. «El que se baña en la luz de Oeaohoo jamás será engañado por el velo de Mâyâ [ilusión]». (Estancias del Libro de Dzyan, III, 7 y comentario).
* Oergelmer (Escandinavo).- Lo mismo que Imer o Ymir.
* Ofiólatra.- Adorador de serpientes.
* Ofiolatría.- (Del griego ophis, serpiente, y latreia, adoración). Adoración o culto a las serpientes.
* Ofiomancia (Del griego ophis, serpiente, y manteia, adivinación).- Como expresa su nombre, era la adivinación por medio de las serpientes. Este medio de saber el porvenir estaba muy en uso entre los antiguos, y se encuentran varios ejemplos de él en los poetas. Consistía en sacar presagios de los diversos movimientos de dichos reptiles.
Ofiomorfo.- [De ophis, serpiente, y morphé, forma].- Literalmente: «que tiene forma serpentina». Lo mismo que Ofis, pero en su aspecto material, como el Ophis-Christos. Entre los gnósticos, la serpiente representaba la «Sabiduría en la Eternidad». -Véase: Ofis.
Ofiozenes (Ophioxenes, en griego).- Nombre con que se designa en Chipre los encantadores de serpientes venenosas y otros animales.
Ofis (Ophis, en griego).- Lo mismo que Chanufis o Knef, el Logos; el dios-serpiente o Agathodœmon. [Ofis es asimismo la Sabiduría divina o Christos. -Véase: Ennoia.]
Ofis-Christos [Ophis-Christos, en griego].- El Cristo-serpiente de los gnósticos.
Ofitas (Ophites, griego).- Fraternidad gnóstica de Egipto, y una de las más primitivas sectas del Gnosticismo, o Gnosis (sabiduría, conocimiento), conocida con el nombre de «Hermandad de la Serpiente». Floreció a comienzos del siglo segundo, y al paso que sustentaba algunos de los principios de Valentino, tenía sus propios ritos ocultos y su simbología. Una serpiente viva, que representa el principio –Christos (esto es la Mónada divina que se reencarna, no Jesús el hombre), era exhibida en sus misterios y venerada como un símbolo de Sabiduría, Sophia, representación del todo-bueno y todo-sabio. Los gnósticos no constituían una secta cristiana; en la acepción ordinaria de esta palabra, como el Christos del concepto precristiano y de la Gnosis no era el «Dios-hombre» Cristo, sino el Ego divino, unificado con el Buddhi. Su Christos era el «eterno Iniciado», el Peregrino, representado por centenares de símbolos ofidios, algunos miles de años antes de la era llamada «cristiana». Esto puede verse en la «tumba de Belzoni» de Egipto, en forma de serpiente alada con tres cabezas (Âtmâ-Buddhi-Manas), y cuatro piernas humanas, que simbolizan su carácter andrógino; en los muros de la bajada de las cámaras sepulcrales de Ramsés V se encuentra en forma de serpiente con alas de buitre, siendo de advertir que el buitre y el halcón son emblemas solares. «Los cielos están emborronados de innumerables serpientes», escribe Herschel hablando del mapa celeste de los egipcios. «El Meissi (¿Mesías?), que significaba la Palabra sagrada, era una buena serpiente», dice Bonwick en su Creencia egipcia. «Este serpiente de bondad, con su cabeza coronada, estaba montada sobre una cruz y constituía un estandarte sagrado de Egipto». A este «Sanador» y «Salvador», por lo tanto, se referían los ofitas, y no a Jesús ni a las palabras de éste: «Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así conviene que sea levantado el Hijo del Hombre», segun dijo al explicar el significado de su ofis. Tertuliano, a sabiendas o sin saberlo, hacía una mezcla de los dos. La serpiente de las alas es el dios Chnufis. La buena serpiente llevaba la cruz de vida alrededor de su cuello, o suspendida de su boca. Las serpientes aladas vinieron a ser los Serafines (Seraph, Saraph) de los judíos. En el capítulo 87mo. del Ritual (Libro de los Muertos), el alma humana, transformada en Bata, la serpiente omnisciente, dice: «Yo soy la serpiente Ba-ta, de largos años, Alma del Alma, sepultada y nacida todos los días; soy el Alma que desciende a la tierra», esto es, el Ego.
* Ofrendas.- Dones ofrecidos a las divinidades. Las ofrendas más antiguas consistían en frutos de la tierra, pan, vino, aceite, sal, leche, manteca, reses, etc. Los parsis no podían comer substancia alguna dotada de vida sin llevar antes una parte a una pira, a modo de ofrenda, o más bien de expiación del crimen de haber quitado la vida a un ser animado para hacer de él un artículo alimenticio. (Noel, Dict. De la Fable.).
* Og.- Nombre de un gigante, rey de Basán, mencionado por Moisés (Deuter, III, 11), y cuya cama de hierro tenía nueve codos de largo por cuatro de ancho. Segun los rabinos, era uno de los antiguos gigantes que habían vivido antes del Diluvio, y se salvó del cataclismo subiendo sobre la techumbre del arca de Noé.
* Ogam.- Véase: Ogham.
Ogdóada (Griego).- La tétrada o «cuaternario», al reflejarse, produjo la ogdóada, el «ocho», segun los gnósticos marcosianos. Los ocho grandes dioses fueron denominados la «sagrada Ogdóada». [En cierto modo, la Ogdóada es Aditi con sus ocho hijos. -(Doctrina Secreta, I, 101).]
* Ogha (Sánscrito).- Reunión, masa, abundancia, multitud; río, torrente, raudal; colección de preceptos; enseñanza, instrucción; tradición.
Ogham [u Ogam] (Celta).- Misterioso lenguaje de las primitivas razas celtas, usado por los druidas. Una de las formas de este lenguaje consistía en la asociación de las hojas de ciertos árboles con las letras. A esto se le daba el nombre de Beth-luis-nion-Ogham, y para formar palabras y frases se ensartaban en el orden debido las hojas en un cordón. Godfrey Higgins indica que para completar la confusión se interponían entre dichas hojas otras que nada significaban. (W.W.W.). -[Alfabeto simbólico, o más bien mágico, de que se servían los mystes antiguos para unos encantamientos cuyo carácter musical no puede ponerse en duda. De dicho término derivan probablemente las voces musicales gama, gamma o gamut de los ingleses. -E. Bailly.]
Ogir o Hler (Escandinavo).- Un jefe de los gigantes y aliado de los dioses, en el Edda. El más elevado de los dioses de las aguas, equivalente al Okeanos griego.
Ogmio (Ogmius).- Dios de la sabiduría y elocuencia entre los druidas; es, pues, en cierto modo, Hermes.
Ogygia (Griego).- Antigua isla sumergida, conocida con el nombre de isla de Calipso, e identificada por algunos con la Atlántida. Esto es exacto en cierto sentido. Pero entonces, ¿qué porción de la Atlántida sería, ya que esta última era un continente, más bien que una «enorme» isla?
* Oha (Sánscrito).- Atención, servicio, favor; concepto, idea, noción.
* Ohabrahman (Sánscrito).- Verdadero brahmán.
* Ohas (Sánscrito).- Concepto, noción, idea.
* Oi-Ha-Hou.- Permutación de Oeaohoo. La significación literal de esta palabra, entre los ocultistas orientales del Norte, es un viento circular, un torbellino; pero, en este caso, es un término para expresar el incesante y eterno Movimiento cósmico, o más bien la Fuerza que lo produce; Fuerza tácitamente admitida como una Deidad, pero que nunca es denominada. Es el Kârana [causa] eterno, la Causa siempre operante. (Doctrina Secreta, I, 120, nota).
Oitzoe (Persa).- La diosa invisible cuya voz se dejaba oir a través de las rocas, y a quien, segun dice Plinio, debían los magos consultar para la elección de sus reyes.
* Ojas (Sánscrito).- Fuerza, energía, vigor, poder, vida; luz, esplendor; potencia o fuerza vital. En el Râja-Yoga se da dicho nombre a todas las energías del cuerpo y de la mente transformadas en fuerza espiritual y almacenadas en el cerebro. (Swâmi Vivekânanda).
* Ojaswin u Ojasvin (Sánscrito).- Fuerte, enérgico, animoso, valeroso; poderoso; brillante, radiante.
* Ojaswita (Sánscrito).- Fuerza, vigor, energía, poder.
* Ojo.- Segun dice Plutarco, el ojo humano era uno de los símbolos de Osiris. Así que en algunos monumentos antiguos de Egipto se encontraba un ojo al lado de la cabeza de Osiris, o el Sol. Dícese también que el ojo estaba consagrado a Apolo, o dios del Sol, por la razón de que este astro dirige a todos lados sus miradas.
* Ojodâ (Sánscrito).- Vigorizador, fortalecedor.
* Ojo del Dangma.- El ojo interno o espiritual, el ojo de que dispone el Adepto más elevado (Dangma o Mahâtmâ). El «Ojo abierto de Dangma» es la facultad de intuición espiritual, por cuyo medio se obtiene el conocimiento directo y seguro, facultad íntimamente relacionada con el «tercer ojo». (Véase esta palabra). El «Ojo del Dangma» es lo mismo que lo que en la India se conoce con el nombre de «Ojo de Ziva». (Doctr. Secr., I, 77).
Ojo de Horus.- Símbolo muy sagrado en el antiguo Egipto. Se le llamaba outa: el ojo derecho representaba al sol, y el izquierdo la luna. Como dice Macrobio: «El outa (o uta) ¿no es el emblema del sol, rey del mundo, que desde su encumbrado trono ve debajo de él todo el universo?» [Véase: Culto de la Vaca y Uzat (o Udja).]
* Ojo de Ziva.- Véase: Ojo del Dangma y Tercer Ojo.
* Ojo, Mal de.- Véase: Mal de ojo.
* Ojo simbólico.- Llamado también «Ojo sagrado». -Véase: Uzat (o Udja).
* Ojo, Tercer.- Véase: Tercer Ojo y Glándula pineal.
Ojos divinos.- Los «ojos» que en él desarrolló el Señor Buddha a la vigésima hora de su vela, cuando, sentado al pie del árbol Bo, estaba alcanzando la condición de Buddha. Son los ojos del Espíritu glorificado, para los cuales la materia ha dejado de ser un obstáculo físico, y que tiene la facultad de ver todas las cosas dentro del espacio del ilimitado universo. A la mañana que siguió a aquella memorable noche, al fin de la tercera vigilia, el «Señor de Compasión» alcanzó el supremo Conocimiento.
* Oka (Sánscrito).- Casa, mansión.
Okal.- Véase: Okhal.
* Okas (Sánscrito).- Casa, morada, refugio; uso, costumbre; lugar de reposo; bienestar, comodidad, regalo, placer.
Okhal u Okal (Arábigo).- Sumo sacerdote de los drusos; el que inicia en los Misterios.
Okhema (Griego).- Término platónico que significa «vehículo» o «cuerpo».
Okuthor [Ok-Thor] (Escandinavo).- Lo mismo que Thor, el «dios del rayo».
* Oleada de vida.- Expresión usada por los teósofos para representar el descenso del Logos en los mundos objetivos. Se describe la Deidad tri-una manifestándose en tres Oleadas de Vida: La primera es la emanación de la vida del tercer Logos, el Brahmâ de los indos, el Espíritu Santo de los cristianos. Extendiéndose de dentro afuera, dota a la substancia de los diversos mundos de una simple capacidad para responder al impulso o vibración (los tanmâtras). La vida del segundo Logos, el Vichnú de los indos, o el Christos de los cristianos, de una manera parecida inunda entonces los diferentes planos, produciendo como emanaciones de los devas y los pitris, agrupando los átomos en formas, y formando centros estables que se desarrollan lentamente por medio del choque y de la respuesta [o reacción] al choque, con lo cual adquieren conciencia propia y una conciencia aún más vívida, hasta que se hallan preparados para el descenso de la tercera Oleada de Vida, la del primer Logos, Ziva, el Padre, gracias a la cual llegan a ser conscientes de sí mismos, entrando así en las filas de la humanidad. (Las Oleadas de Vida, de «The Dreamer», obra citada por P. Hoult).
* Olœus Borrichius.- Autor de una obra en latín titulada De ortu et progressu chemiœ (Origen y progreso de la química), en la cual hace remontar la alquimia a los tiempos bíblicos, situando su cuna en los talleres de Tubalcaín.
* Olimpiodoro.- El último neoplatónico de fama de la Escuela de Alejandría. Vivió en el siglo sexto, durante el reinado del emperador Justiniano. Hubo varios escritores y filósofos de este nombre en las épocas anterior y posterior a Cristo, siendo uno de ellos el maestro de Proclo; otro, un historiador del siglo octavo, y algunos más. (Glosario de la Clave de la Teosofía).
* Olimpo (Griego).- Montaña de Grecia, que, segun Homero y Hesíodo, era la mansión de los dioses. [Andando el tiempo, el Olimpo fue considerado como el mismo cielo o empíreo.]
OM o AUM (Sánscrito).- Una sílaba mística, la más sagrada de todas las palabras de la India. Es «una invocación, una bendición, una afirmación y una promesa»; tan sagrada, que era verdaderamente la palabra en voz baja de la Masorería oculta primitiva. Nadie debe estar ceerca cuando se pronuncia para algun fin dicha sílaba. Esta palabra se coloca usualmente al principio de las sagradas Escrituras y se antepone a las preces. Está compuesta de tres letras, A, U, M, que, segun la creencia popular, son representación de los tres Vedas y también de los tres dioses A (Agni), V (Varuna) y M (Maruts), o sean: Fuego, Agua y Aire. En filosofía esotérica, éstos son los tres fuegos sagrados, o el «triple fuego» en el Universo y en el Hombre, además de muchas otras cosas. En lenguaje oculto, este «triple fuego» representa igualmente la suprema Tetraktis, y está simbolizado por el Agni {Fuego] denominado Abhimânin [véase esta palabra], y su transformación en sus tres hijos, Pâvaka, Pavamâna y Zuchi, «que bebe el agua hasta la última gota», esto es, aniquila los deseos materiales. Este monosílabo es llamado Udgîtha, y es muy sagrado tanto entre los brahmanes como entre los budistas. [El Pranava, OM, es, como se ha dicho antes, una sílaba compuesta de las letras A, U y M, de las cuales las dos primeras se combinan para formar la vocal compuesta O. Es la sílaba mística, emblema de la Divinidad suprema, o sea la Trinidad en la Unidad, puesto que representa al Ser supremo (Brahma) en su triple condición de Creador (Brahmâ, A), Conservador (Vichnú, U) y Destructor, o mejor dicho, Renovador (Ziva, M). Hay que advertir que la secta de los vichnuítas altera el orden de estas tres divinidades, poniendo en primer lugar a Vichnú (A) y siguiendo Ziva (U) y Brahmâ (M). OM es el Misterio de los misterios, fuente de todo poder y verdadera esencia de toda enseñanza. Es también la esencia de los Vedas; es la expresión laudatoria o glorificadora con que se encabezan todos los libros sagrados y místicos. Dicha palabra la pronuncian los yoguîs y los místicos en general durante la meditación. De los términos denominados, segun los comentaristas exotéricos, vyâkritis o Aum, Bhû Bhuvas, Swar (OM, Tierra, Atmósfera, Cielo), el Pranava es quizás la más sagrada. (Doctrina Secreta, I, 466). -La palabra OM o AUM, que corresponde al Triángulo superior, si es pronunciada por un hombre muy puro y santo, llamará o despertará no sólo las potencias menos elevadas que residen en los elementos y espacios planetarios, sino también en su Yo superior, o sea el «Padre» que está en su interior. Pronunciada del modo debido por un hombre medianamente bueno, contribuirá a fortalecer su moralidad, sobre todo si entre dos “AUMS” medita profundamente sobre el AUM que reside dentro de él, concentrando toda su atención en su gloria inefable. Pero ¡ay de aquel que la pronuncia después de cometer una falta grave y trascendental! Por este solo hecho atraerá sobre su propia fotosfera impura fuerzas y presencias invisibles, que de otra suerte no podrían atravesar dicha envoltura. (Id., III, 450). –“La representación del Señor supremo es la palabra glorificadora [OM]. –La continua repetición de este nombre en voz baja debe practicarse meditando profundamente sobre su significado. –De esto surge el conocimiento de lo interno [del Yo] y la desaparición de los obstáculos [o distracciones que impiden llegar al Samâdhi]”. (Aforismos de Patañjali, I, 27-29). –Véase: AUM y Pranava, así como el notable artículo de N.C. Paul titulado: OM y su significado práctico, en Five Years of Theosophy, págs. 345 y siguientes.
* Oma (Sánscrito).- Protector, amigo.
* Oman (Sánscrito).- Protección, favor, asistencia.
* Omanvant (Sánscrito).- Amistoso, benévolo, propicio, favorable.
* Omega y Alpha (Griego).- Véase: Alpha y Omega.
Omito-Fo (Chino).- Nombre de Amita-Buddha, en la China.
Omkâra (Sánscrito).- [Literalmente: “la palabra OM”.] -Lo mismo que OM o AUM. Es también el nombre de uno de los doce lingams, que estaba representado por un secreto y sacratísimo sagrario de Ujjain, que no existe ya desde el tiempo del Budismo.
* Omm-Alketab (Arábigo).- Tabla o libro de los decretos divinos, en donde, segun creen los musulmanes, está escrito en caracteres indelebles el destino de todos los hombres.
Omorôka (Caldeo).- El “mar” y la mujer que lo personifica, en concepto de Beroso, o más bien de Apolodoro. Como agua divina, sin embargo, Omorôka es la reflexión de Vichnú desde lo alto. [Segun dice Beroso, Omorôka es la Señora de Urka, la Luna, la Thavatth o Tralatth caldea. Doctr. Secr., II, 122 y 143.]
* Omphis (Egipcio).- Epíteto de Osiris que significa: “bienhechor”, calificativo muy apropiado al astro del día, del cual dicha divinidad era representación.
* Ond (Escandinavo).- Espíritu.
Ondinas (Undines, en inglés) (Cábala).- Ninfas y espíritus de las aguas. Una de las cuatro principales clases de espíritus elementales, que son : Salamandras (del fuego), Silfos (del Aire), Ondinas (del Agua) y Gnomos (de la tierra). –[Véase: Elementales.]
Onech (Hebreo).- El Fénix, así llamado de Enoch o Fenoch. Porque Enoch (o Khenoch) significa literalmente iniciador e instructor, y por lo tanto, el Hierofante que revela el último misterio. El ave Fénix se halla siempre asociada con un árbol, el místico Ababel del Korán, el Arbol de Iniciación o del Conocimiento.
* Onicomancia (Del griego ónyx, uña).- Adivinación del porvenir, particularmente de los niños, por medio de un examen de los trazos o figuras que les quedan señalados en las uñas, frotándolas previamente con aceite y hollín y exponiéndolas luego al sol.
* Onirocracia u Onirocricia.- Arte de explicar o interpretar los sueños. La onirocricia (u oneirocricia) –dice el sabio bibliófilo M. Paul Lacroix- es uno de los frutos del simbolismo oriental. Llegó a ser un arte que tenía sus practicantes entusiastas, una ciencia que tenía sus promotores y doctores, una religión que tenía sus sacerdotes y sus fanáticos, una potencia que tenía sus esclavos sumisos y sus depositarios respetados. Podía prometerse un porvenir brillante e ilimitado. Pero, por desgracia, la industria, hija de la codicia, se apoderó de ella y le hizo perder primero su dignidad y luego su poder; el charlatanismo, por último, la hizo caer en el mayor desprestigio, hasta el punto de que hoy día no tiene casi más devotos que la gente ignorante y supersticiosa. Sin embargo, es posible que un día el arte onirocrítico, despojado de sus errores y prejuicios, deje de ser objeto de un desdén quizás excesivo y ocupe el honroso lugar de antiguos tiempos. (Véase: Christian, Hit. De la Magie, págs. 442 y siguientes. –Véase también Erodinium.).
* Onirocrítico (Onirokriticós, en griego).- Intérprete de los sueños. –Epíteto de Mercurio.
* Onirología.- Tratado del sonambulismo. (M. Treviño).
* Oniromancia.- Adivinación del porvenir por medio de los sueños. En el Génesis, XL y XLI, se relatan notables casos de esta índole, en los cuales José interpretaba los sueños de Faraón y de dos de sus eunucos. (Véase: Erodinium y Onirocracia).
* Onirósofo.- El que interpreta los sueños. (M. Treviño). –Véase: Onirocrítico.
Onnofre u Oun-nofré (Egipcio).- El rey del país de los muertos, el mundo inferior, y en este concepto es lo mismo que Osiris, que [en su calidad de Sol nocturno o desaparecido] “reside en el Amenti [o región inferior] junto a Oun-nefer, rey de la eternidad, gran dios manifestado en el abismo celeste”. (Un himno de la XIX dinastía). –Véase: Osiris.
* Onokoro (Japón).- La isla del mundo que Tsanagi creó clavando su lanza en la masa caótica de nubes de agua, gracias a lo cual apareció la tierra seca. (Doctrina Secreta, I, 238).
* Onomancia.- Adivinación de sucesos futuros por el nombre de una person, o sea por el valor numérico y anagramático de las letras que entran en el nombre y apellido de un individuo.
* Onomatomancia.- Este género de adivinación se distingue de la onomancia en que deduce sus horóscopos, no de los nombres de las personas, sino de los lugares y de las cosas.
Onufis (Onuphis) (Egipcio).- Toro muy corpulento y de color negro, consagrado a Osiris, y cuyos pelos, segun se dice, estaban en una dirección contraria a la natural, disposición que parecía a los egipcios representar el Sol. Alimentaban a este toro con sumo cuidado y tenían por él un respeto religioso. (Art. Expl., obra citada por Nöel).
* Oógenes.- Literalmente: “nacido de un huevo”. Sobrenombre de Eros, o el Amor, que salió de un huevo.
* Oomancia.- Adivinación por medio de los signos o figuras que aparecen en los huevos. Suidas atribuye el origen de este medio de adivinación a Orfeo, que enseñó la manera de percibir en la yema y la clara del huevo, en ciertas condiciones, lo que el ave de él nacida habría visto en torno suyo durante su breve vida. (Doctr. Secr., I, 188). –Véase: Ooscopia.
* Ooscopia.- Arte de adivinar por medio de los huevos. Puede verse en Suetonio un caso de este género de adivinación.
Ophanim (Hebreo).- O más correctamente escrito, Auphanim. Las “ruedas” vistas por Ezequiel y por San Juan en el Apocalipsis: esferas-mundos. (Véase: Doctr. Secr., I, 119). –Símbolo de los querubines o Karubs (las esfinges asirias). Como quiera que estos seres están representados en el Zodíaco por Tauro, Leo, Scorpio y Aquarius, o sean el Toro, el León, el Aguila y el Hombre, resulta evidente el significado oculto de estos seres colocados en compañía de los cuatro evangelistas. En la Cábala constituyen un grupo de seres asignados al Sephira Chokmah, Sabiduría. [Véase: Auphanim y Los cuatro animales.]
* Ophis, Ophiomorfos, Ophites, etc.- Véase: Ofis, Ofiomorfo, Ofites, etc.
* Ops.- Hermana de Saturno y diosa de las riquezas (opes, en latín), fertilidad y abundancia. La misma que Cibeles, Rhea y hasta la Tierra. Porque de ésta proceden todas las riquezas.
* Opuestos.- Véase: Pares de opuestos o contrarios y Dvandvas.
* Or u Our (Caldeo).- Fuego puro, luz increada, esplendor eterno, bajo cuya imagen los caldeos representaban la Divinidad.
* Oración.- Uno de los principales elementos de las religiones exotéricas. Si leemos y meditamos bien las siguientes palabras de San Mateo, encontraremos en ellas la norma fiel que ha de guiarnos en la oración: “Mas tú, cuando orares, entra en tu cámara, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público… No os asemejéis a ellos (a los gentiles), porque vuestro Padre sabe lo que habéis menester antes que se lo pidáis” (VI, 6-8). –El significado de este pasaje es que, una vez concentrados en nosotros mismo y cerradas las puertas de los sentidos a toda suerte de impresiones exteriores, fijemos nuestro pensamiento en el Espíritu de Dios que mora en el sagrario de nuestro corazón, en nuestro YO interio, único Dios que podemos conocer, procurando con perseverante esfuerzo elevarnos a El y obrar siempre de acuerdo con su voluntad, con el designio divino. Así, pues, el verdadero teósofo, en vez de orar ante seres creados y finitos y de dirigir sus preces a lo Absoluto, que es una pura abstracción, trata de reemplazar la oración, vana y estéril, con actos meritorios y buenas acciones, ajenas por completo a todo interés personal, tanto a lo que se refiere a la vida presente como a la futura. La oración, tal como generalmente se entiende, paraliza la actividad y destruye en el hombre la confianza en sí mismo. Por otra parte, si una persona consigue un bien moral o material con sólo dirigir sus ruegos a un Dios o a un santo, ¿de qué recompensa es merecedor en perfecta justicia? Además, ¿a qué pedir nosotros, pobres ignorantes, gracias y dones a una Divinidad omnisciente, que, como tal, sabe mucho mejor que nosotros nuestras necesidades? Esta reflexión es de mayor peso aun si tenemos en cuenta que las más de las veces la oración obedece a móviles puramente egoístas, puesto que pedimos con afán favores personales que redundan en daño de nosotros mismos o en grave perjuicio de nuestro prójimo. He aquí en qué términos se expresa Mr. Leadbeater sobre este punto: “Yo mismo siento aun, como teósofo, lo que siempre sentí como sacerdote de la iglesia cristiana: que rogar a Dios en favor de uno mismo o para lograr alguna cosa personal, implica falta de fe en El, pues denota claramente que Dios necesita que le digan lo que conviene a sus hijos. Jamás me sentí tan seguro de lo que más me convenía, que me pudiera yo creer en disposición de dictárselo al supremo Gobernador de cielos y tierra. Siempre me ha parecido que El lo sabía mucho mejor que yo, y que, siendo Padre amoroso, ya hacía por mí cuanto podía hacerse, sin necesidad alguna de mis súplicas, con tanta más razón cuanto mis peticiones podían probablemente ir encaminadas al logro de un deseo que en modo alguno me conviniese”. (Véase: Inspiración, por Leadbeater, en el Loto Blanco de julio y agosto de 1917). Además, suponiendo que uno rece sus oraciones con verdadera devoción, y no de uno modo rutinario, maquinal y con ánimo distraído (que es lo más frecuente), la inmensa mayoría de las preces sólo sirven para halagar y satisfacer la condición egoísta, codiciosa y pedigüeña de los falsos devotos, que, como decía Ruiz de Alarcón:
“Tanto la intención cruel
sólo a este fin enderezan,
que si el Padrenuestro rezan,
es porque piden conél.”
Por último, ¿no es un notorio contrasentido y además una falta de sumisión a la voluntad divina formular peticiones y más peticiones conforme a nuestro propio gusto, cuando por otra parte, en la oración dominical, decimos a nuestro Padre celeste: “Hágase tu voluntad”? -La palabra “oración”, además del significado que generalmente se le da de ruego o petición, significaba principalmente en otro tiempo invocación o encanto. El mantra, o sea la oración rítmica cantada de los brahmanes, tiene precisamente este sentido. Para el teósofo y el ocultista, la oración no es una súplica o una petición; es más bien un misterio, un proceso oculto mediante el cual los pensamientos y deseos finitos y condicionados se transforman en voliciones espirituales y en voluntad. Tal proceso se denomina “transmutación espiritual”. La intensidad, la vehemencia de nuestras ardientes aspiraciones, cambian la plegaria en “piedra filosofal”, que transmuta el plomo en oro. Nuestra “oración de voluntad” se convierte en fuerza activa y creadora, que produce efectos de acuerdo con nuestros deseos. El poder de la voluntad se convierte en un poder viviente. (Clave de la Teosofía, págs. 66-70). –Véase: Mantras, Sonido, etc.
* Oráculos.- Contestaciones dadas por las divinidades, por boca de las pitonisas y de los sacerdotes del paganismo, a las consultas que ante sus ídolos se hacían. También se daba el nombre de oráculo a una figura o imagen que representaba la deidad cuyas respuestas se pedían. El más famoso de los oráculos era el de Delfos, pero eran asimismo muy renombrados los de Claros, Ammon, Serapis, Heliópolis y algunos más. Hanse atribuído por unos al diablos. Porfirio, Jámblico y otros filósofos platónicos admitían que los oráculos era expresados por “demonios”, palabra que los antiguos cristianos tomaron en el sentido de “diablo”, y no en el de “genio” o “divinidad”, como debe entenderse. (Véase: Daimon). –Opinan otros que los oráculos no son otra cosa que hábiles supercherías, de las cuales parece que han podido comprobarse no pocas. (Véase: Diccionario filosófico, artículo Oracles). –La mayor parte de los oráculos tenían un carácter equívoco o de ambigüedad, de suerte que por su doble sentido podían interpretarse de diversas maneras, segun se halla demostrado en numerosos ejemplos de la Historia antigua, como el expresado en el siguiente verso latino: Credo equidem Eacidas Romanos vincere posse, que tanto podía significar que los romanos podían vencer a los eácidos, como que éstos podían vencer a los romanos. No se confundan estos oráculos con las predicciones que durante el “furor profético” hacen algunas personas dotadas de alto grado de espiritualidad. –(Véase: Chrestos).
Orai (Griego).- Nombre del ángel-regente de Venus, segun los gnósticos egipcios.
Orco (Oscus).- El abismo sin fondo, segun el Codex de los nazarenos. [El infierno o mundo inferior; es también un sobrenombre de Plutón, dios de las regiones infernales.]
* Ordalías.- Con este nombre se designaban las diversas pruebas del fuego, del hierro candente, del agua en ebullición o fría, del duelo y otras a que se apelaba en la Edad media para probar la verdad de una cosa o la inocencia de una persona. Tales pruebas se llamaban ordinariamente “Juicios de Dios”.
* Oréadas (u Oréades).- Ninfas de las montañas. Véase: Ninfas.
* Oreus.- Uno de los seis espíritus estelares producidos o emanados de Faldabaoth. (Doctr. Secr., I, 484).
Orfeo (Orpheus, griego).- Literalmente: “atezado”. La mitología le hace hijo de Eagro y de la musa Calíope. La tradición esotérica le identifica con Arjuna, hijo de Indra [místicamente] y discípulo de Krichna. Recorrió el mundo enseñando a las naciones de la sabiduría y las ciencias y estableciendo misterios. La misma historia de haber perdido Orfeo a su esposa Eurídice y de encontrarla en el Hades o mundo inferior es otro de los puntos de semejanza que tiene con la historia de Arjuna, que va al Pâtâla (Hades o infierno, pero en realidad a los antípodas o América), en donde encuentra a Ulûpî, hija del rey Nâga, y se casa con ella. Esto es tan significativo como el hecho de tener Orfeo la piel de color atezado u obscuro, como creían los mismos griegos, que nunca tuvieron muy hermosa la tez. [Sabemos por Herodoto que Orfeo aportó a la India los Misterios, que, segun la ciencia oficial, son anteriores a los caldeos y egipcios. Se sabe que en tiempo de Pausanias había una familia sacerdotal que, lo mismo que los brahmanes con los Vedas, habían confiado a la memoria todos los Himnos órficos, que de esta suerte fueron transmitidos de una a otra generación. (Doctr. Secr., III, 297). -Músico consumado, cultivó la cítara, que recibió de los dioses, y añadió dos cuerdas a las siete que antes tenía, y era tal su destreza en pulsar la lira, que con sus acordes amansaba las fieras. Llevó una vida pura en extremo, y se abstenía de comer carne y otros alimentos animales. -(Véase: Misterios órficos). -Es muy digno de notarse que en los monumentos cristianos primitivos se encuentra algunas veces, en medio de los profetas de la Biblia y de los santo de la nueva Ley, la figura de Orfeo rodeada de animales feroces y domésticos atraídos por el son de su lira. Esto se relaciona con el hecho de que, en los primeros siglos del cristianismo, el insigne cantor de Tracia era objeto de una singular veneración y hasta de una especie de culto por parte de los mismos santos Padres de la Iglesia. (Martigny, Dict. Des Antiq. Chrét.)]
* Orfeoteleste.- Intérprete de los Misterios que Orfeo introdujo en Grecia.
Örgelmir (Escandinavo).- Literalmente: «barro hirviente». Lo mismo que Ymir, el gigante; ser errático, indómito, turbulento; símbolo de la materia primordial, y de cuyo cuerpo, después de haberle dado muerte, los hijos de Bör crearon una nueva tierra. Örgelmir es asimismo la causa del Diluvio en los Cantos escandinavos, por haber arrojado su cuerpo en el Ginnungapap, el abierto abismo, que, habiéndose llenado con él, la sangre rebosó produciendo una grande inundación, en la que se ahogan todos los Hrimthurses, los gigantes de hielo; uno de ellos tan sólo, el astuto Bergelmir, se salvó juntamente con su esposa en una barca, y vino a ser el padre de una nueva raza de gigantes: «Y había gigantes en la tierra en aquellos días».
* Orientación.- Ciertos reglamentos que se remontan, segun se cree, al origen mismo de la Iglesia cristiana y se insertaron en las Constituciones Apostólicas, prescribían que las iglesias se dispusieran de manera que la puerta mirase al occidente y que el ábside presentase su conxevidad al oriente; así es que los fieles, al orar, tenían el rostro vuelto hacia el oriente. Esta regla fue derogada desde los primeros siglos y, segun se ha dicho, para conservar al menos el espíritu del uso primitivo, en las iglesias orientadas a la inversa habíase dispuesto el altar de modo que el celebrante tuviese la cara vuelta hacia el pueblo, y por lo tanto, hacia el oriente. (Véase: Martigny, Dict. Des Ant. Chrét, pág. 544).
* Orígenes.- Célebre doctor de la Iglesia que nació a fines del segundo siglo, probablemente en Africa [Alejandría], y acerca de quien muy poco sabemos, si realmente sabemos algo de él, puesto que sus fragmentos biográficos han pasado a las edades posteriores bajo la autoridad de Eusebio, el más desenfrenado falsificador que ha existido en época alguna. A este último se le atribuye el haber coleccionado más de cien cartas de Orígenes (u Orígenes Adamancio) que, segun se dice ahora, se han perdido. Para los teósofos, la más interesante de todas las obras de Orígenes es su Doctrina de la preexistencia de las almas. Fue discípulo de Ammonio Saccas, y durante mucho tiempo oyó las lecciones de este gran maestro de filosofía. (Glosario de la Clave de la Teosofía). [Escribió también unos Comentarios de toda la Biblia y una famosa obra contra Celso.]
Orión (Griego).- Lo mismo que Atlas, que sostiene el mundo sobre sus hombros.
Orlog (Escandinavo).- Hado, destino, cuyos agentes fueron las tres Nornas, las Parcas escandinavas. [Véase: Nornas.]
* Ormasio.- Corrupción del nombre Ormuzd.
Ormuzd o Ahura Mazda (Zendo).- El dios de los zoroastrianos o parsis modernos. Está simbolizado por el sol, por cuanto es la Luz de las luces. Esotéricamente, es la síntesis de sus seis Amshaspends o Elohim, y el Logos creador. En el sistema mazdeísta exotérico, Ahura-Mazda es el Dios supremo, y uno con el Dios supremo de la edad védica, Varuna, si leemos los Vedas literalmente. [Ormuzd significa literalmente: «Gran Rey», o segun Burnouf, «Maestro sabio». Es el Principio del Bien, en contraposición a Ahrimán, su sombra, que es el Principio del Mal. Por corrupción, el nombre de Ormuzd se ha cambiado a Oromazes u Oromasio. -Véase: Ahura Mazda y Ahrimán.]
* Ornitomancia (Del griego ornis, aves y manteia, adivinación).- Modo de predecir sucesos futuros por medio del vuelo, grito o canto de las aves.
* Ornitoscopia.- Adivinación por el vuelo, el canto o la presencia de ciertas aves. (M. Treviño).
* Oromazes, Oromasio, Ormasio, etc.- Véase: Ormuzd.
* Oroûazeschté (Zendo).- EL fuego que está en el hombre; la vida del alma. Un Ferouer. (Zend Avesta).
Orpheus.- Véase: Orfeo.
* Ortodoxia (Del griego orthós, recto y doxa, opinión).- Burnouf define la palabra ortodoxia en los términos siguientes: «Un conjunto de ideas, símbolos y ritos ligados con una organización sacerdotal más o menos completa; pero -añade dicho autor- esta palabra implica al mismo tiempo la exclusión de toda doctrina, de todo culto y de todo sacerdocio extraños; cada ortodoxia cree que ella es la única buena y la única verdadera. Casi no se ha visto iglesia alguna para la cual la intolerancia así entendida no haya sido un principio fundamental y una condición de existencia. Algunas iglesias budistas han profesado cierta tolerancia respecto a las demás comuniones; pero si el sacerdocio budista ha podido servir de tipo y modelo a otras organizaciones clericales, las doctrinas del Budismo, sus ritos y sus símbolos son tan filosóficos, y su moral es tan humana que, de todas las religiones, es quizás la única que no ha aportado al mundo ningun elemento ideal de hostilidad. (Emilio Burnouf, La Science des Religions).
* Ortodoxo.- Lo que está conforme a las doctrinas generalmente aceptadas o establecidas, especialmente en materia religiosa. Es lo contrario a heterodoxo.
* Orus.- Véase: Horus.
* Osa mayor y Osa menor.- La constelación de la Osa mayor está relacionada o identificada con los siete Richis creadores (Constructores o Procreadores), que son las almas que animan las siete estrellas que la constituyen. Segun los egipcios, era la “Madre del Tiempo”. San Clemente de Alejandría consideraba que los dos querubines que figuran a ambos lados del sagrado Tetragrammaton representaban a la Osa mayor y la menor respectivamente.
Oshadi Prastha.- Véase: Ochadhi-prastha.
Osiris.- El supremo dios de Egipto; hijo de Seb (Saturno), fuego celeste, y de Neith, materia primordial y espacio infinito. Esto le presenta como el Dios existente por sí mismo y autocreado, la primera deidad manifestada (nuestro tercer Logos), idéntico a Ahura Mazda y a otras “Primeras Causas”. Porque como Ahura Mazda es uno con los Amshaspends, o la síntesis de ellos, así Osiris, la Unidad colectiva, cuando está diferenciada y personificada, se convierte en Tifón, su hermano, Isis y Neftis, sus hermanas, Horus, su hijo, y sus otros aspectos. Nació en el monte Sinaí, el Nyssa del Antiguo Testamento (Véase: Exodo, XVII, 15), y fue sepultado en Abidos, después de haberle matado Tifón a la temprana edad de veintiocho años, segun la alegoría. En sentir de Eurípides, es lo mismo que Zeus y Dionisos, o Dio-Nysos, “el Dios de Nysa”, puesto que Osiris, como dice este autor, fue criado en Nisa, en la Arabia “Feliz”. Y preguntamos ahora: ¿cuánto influyó esta última tradición, o qué hay de común entre ella y la afirmación de la Biblia, de que “Moisés erigió un altar y llamó el nombre Jehovah Nissi”, o cabalísticamente “Dio-Iao-Nyssi”? (Véase: Isis sin velo, II, 165). Los cuatro principales aspectos de Osiris eran: Osiris-Ftah (Luz), el aspecto espiritual; Osiris-Horus (Mente), el aspecto intelectual manásico; Osiris-Lunus, el aspecto “lunar”, o psíquico, astral, y Osiris-Tifón, el aspecto daimónico, o físico, material, y por consiguiente, pasional, turbulento. En estos cuatro aspectos Osiris simboliza el Ego dual, esto es, el divino y el humano, el cósmico-espiritual y el terrestre.
De los numerosos dioses supremos, este concepto egipcio es el más grande y el más significativo, por cuanto abarca todo el campo del pensamiento físico y metafísico. Como divinidad solar, tiene debajo de él doce dioses menores, los doce signos del Zodíaco. Aunque su nombre es el “Inefable”, sus cuarenta y dos atributos llevaban cada uno de ellos uno de sus nombres, y sus siete aspectos duales completaban el número cuarenta y nueve, o 7×7; simbolizados los primeros por los catorce miembros de su cuerpo, o dos veces siete. Así el dios está fundido en el hombre, y el hombre es deificado o convertido en un dios. Se le invocaban con el nombre de Osiris-Eloh. Mr. Dunbar T. Heath habla de una inscripción tumular en honor de la momia: “Bendita sea Ta-Bai, hija de Ta-Hapi, sacerdote de Osiris-Eloh. Nada hizo contra persona alguna en cólera. No habló ninguna falsedad contra nadie. Justificada ante Osiris, ¡bendita seas desde delante de Osiris! La paz sea contigo”. Y luego añade las observaciones siguientes: “Supongo que el autor de esta inscripción debía ser llamado pagano, puesto que la justificación ante Osiris es el objeto de sus aspiraciones religiosas. No obstante, encontramos que da a Osiris la denominación de Eloh. Eloh es el nombre que empleaban las diez Tribus de Israel para designar los Elokim de dos Tribus. Jehovah-Eloh (Génesis, III, 21), en la versión utilizada por Efraim, corresponde a Jehovah-Elohim en la utilizada por Judá y nosotros mismos. Siendo ello así, se puede con seguridad hacer la pregunta y debe ser contestada humildemente: ¿Cuál era el significado que se pretendía dar a entender con las dos expresiones respectivamente: Osiris-Eloh y Jehovah-Eloh? Por mi parte, no puedo encontrar más que una sola respuesta, y es que Osiris era el Dios nacional de Egipto, Jehovah el de Israel, y que Eloh equivale a Deus, Gott o Dieu” (estos tres nombres significan “Dios” en latín, alemán y francés, respectivamente). En cuanto a su humano desenvolvimiento, es, como dice el autor de Creencia egipcia, “… uno de los Salvadores o Libertadores de la humanidad … Como tal, nació en el mundo. Vino como bienhechor para remediar la tribulación del hombre … En sus esfuerzos para hacer bien, encuentra el mal y es temporalmente vencido. Es matado… Osiris es sepultado. Su tumba fue objeto de peregrinación por espacio de miles de años. Pero no permaneció en su sepultura. Al cabo de tres días, o cuarenta, resucitó y ascendió al cielo. Tal es la historia de su Humanidad” (Creencia egipcia). Mariette Bey, hablando de la sexta Dinastía, nos dice que “el nombre de Osiris … empieza a usarse más. Se encuentra la fórmula de Justificado”, y añade que “ella prueba que este nombre (del Justificado o Makheru) no se daba únicamente al difunto”. Pero prueba también que la leyenda de Cristo se encontraba dispuesta ya, en casi todos sus detalles, millares de años antes de la era cristiana, y que a los Padres de la Iglesia no se les ofreció más dificultad que la de aplicarla simplemente a un nuevo personaje. [Véase en el artículo Jesús la diferencia establecida entre el Cristo histórico y el Cristo mítico o legendario.] -[Segun leemos en el Libro de los Muertos, “Osiris es el Principio bueno y el malo; el Sol diurno y el nocturno; el Dios y el hombre mortal”. Reinó como príncipe de la tierra, en donde, por sus beneficios, ha venido a ser la representación del bien, así como Set, su matador, es la representación del mal. Desde otro punto de vista más elevado, Osiris es la Deidad misma, el Dios “cuyo nombre es desconocido”, el Señor que está sobre todas las cosas, el Creador, el Señor de la Eternidad, el “Unico”, cuya manifestación material es el Sol, y cuya manifestación moral es el Bien. Muerte el sol, pero renace bajo la forma de Horus, hijo de Osiris; el Bien sucumbe bajo los golpes del Mal, pero renace en forma de Horus, hijo y vengador de Osiris, representación de todo renacimiento, y con este nombre reaparece el sol en el horizonte oriental del cielo. En su calidad de sol muerto o desaparecido, Osiris es el rey de la divina región inferior (regio inferna) o Amenti (Pierret, Dict. D’ Arch. Egypt) -Véase: Horus, Onnofre, Omphis, etc.]
* Osiris-Isis (Egipcio).- El Logos dual: el gran Padre-Madre. Exotéricamente, el Sol y la Tierra. –Personifica el Fuego y el Agua metafísicamente, y el Sol y el Nilo, físicamente. (Doctrina Secreta, II, 616). –Es el principio masculino-femenino, el principio germinal en todas las formas. (Id., II, 227).
* Osor-Apis.- Nombre de Apis muerto, esto es, convertido en un Osiris (difunto). De dicho nombre los griegos han hecho Serapis (Pierret, obr. cit.).
Ossa (Griego).- Un monte así llamado, la tumba de los gigantes (alegóricamente). [Este monte de la antigua Grecia está separado del Olimpo por el río Peneo y el valle de Tempe. Su nombre moderno es Kiovo.]
* Ostraca.- Se designan con este nombre unos textos en escritura egipcia, copta o griega, trazados en fragmentos de vasijas de barro, guijarros o pedazos de piedra, cuando el papiro tenía un precio muy elevado. (Pierret, obra citada).
* Otto-Tackenius.- Célebre alquimista que descubrió un procedimiento para obtener alkahest, menstruo o disolvente universal.
* Otz (Hebreo).- “Arbol”, el Arbol del jardín del Edén, la doble vara hermafrodita. El valor de las letras que componen dicha palabra son 7 y 9, siendo el siete el sagrado número femenino y el nueve el número de la energía fálica o masculina. (Doctrina Secreta, I, 139 y II, 227).
Otz-Chiim (Hebreo).- El Arbol de la Vida; o más bien de Vidas. Nombre dado a los diez Sephiroth ordenados en un diagrama de tres columnas. (W.W.W.).
* Ouadj o Ouadji (Egipcio).- Diosa que simboliza el Norte, y opuesta a Nejeb (o Nekheb), la diosa del Mediodía o Sur. Es una forma de Sejet (o Sekhet). –(Pierret).
* Ouas (Egipcio).- Nombre jeroglífico del cetro que llevan en la mano ciertos dioses; remata en una cabeza de lebrel con las orejas gachas, supuesto emblema de la quietud. (Id.).
* Oudja (Egipcio).- Ojo simbólico o sagrado. Los dos oudjas son los dos ojos del sol, frecuentemente personificados por Shou y Tewnout. Segun el sistema de M. Grébaut (Himno a Ammon-Ra), el sol, en su curso del este al oeste, mira con uno de sus ojos al norte, y con el otro el sur; razón por la cual las dos regiones de Egipto y las dos regiones del cielo son denominadas oudjas. Las dos alas del disco son reemplazadas muchas veces por dos ojos. Los dos oudjas designan asimismo el sol y la luna. La palabra oudja significa; “salud”, “bienestar”. (Id.)
Oulam u Oulom (Hebreo).- Esta palabra no significa “eternidad” o duración infinita, como se halla traducida en los textos, sino simplemente un vasto período de tiempo, cuyo principio y cuyo fin no pueden conocerse. [La palabra “eternidad”, propiamente hablando, no existe en la lengua hebrea con la significación aplicada por los vedantinos a Parabrahman, por ejemplo. –Doctrina Secreta, I, 378.]
Oulom.- Véase: Oulam.
* Ouphnekhat.- Es lo mismo que Upanichad, diferenciándose ambas palabras únicamente segun el método de transliteración adoptado.
* Our.- Véase: Or.
Ouranos (Griego).- Toda la extensión del cielo conocida con las denominaciones de “Aguas del Espacio”, Océano celeste, etc. Este nombre deriva muy probablemente del Varuna védico, personificado como dios del agua y considerado como el principal Âditya entre los siete dioses planetarios. En la teogonía de Hesíodo, Ouranos (o Urano) es lo mismo que Cœlus (Cielo), el más antiguo de todos los dioses y padre de los titanes divinos.
* Outa (Egipcio).- El simbólico ojo de Horus. –Véase: Uzat, Cinocéfalo y Culto de la Vaca.
* Oxyrinco.- Nombre de un pez consagrado a la diosa egipcia Hathor. Existen algunos monumentos en bronce, en donde se ven peces de esta especie que llevan en la cabeza el disco y los cuernos de dicha diosa. Pisce Venus latuit, dice Ovidio. (Pierret, obra citada).